En La Cenicienta, La Bella Durmiente y Blancanieves tan solo el 11% de los elogios que reciben las princesas están destinados a celebrar un logro. Así lo revela una investigación liderada por Carmen Fought y Karen Eisenhauer, dos lingüistas que han analizado los diálogos de las películas de la factoría Disney para llegar a la escalofriante conclusión de que el 89% de los cumplidos solo hace referencia a la belleza de las tres protagonistas de las cintas. Como no es la primera vez que los productos audiovisuales de la compañía son criticados por su no tan inofensiva influencia en los más pequeños, la empresa con sede en la ciudad californiana de Burbank fomenta cada vez más la creación de heroínas frente a las clásicas princesas. Vaiana es el ejemplo más reciente. Estrenada este 2 de diciembre en las salas de cine españolas, la película cuenta la historia de una adolescente fuerte, ecologista y aventurera que sueña con convertirse en una experta exploradora. Sin mujeres malas que la envidian a su alrededor y sin príncipes que la tengan que rescatar de un entuerto, Vaiana es la protagonista de su propia historia: navegará por la Polinesia para salvar a su pueblo con la ayuda de Maui, un semidiós que busca recobrar sus poderes.
A partir de los años 80, desaparecieron las brujas como personaje antagonista y las princesas asumieron una parte de la personalidad de las malvadas"
Una personalidad que choca con la dependencia de Blancanieves y el victimismo de Cenicienta, que datan de 1937 y 1950, respectivamente, pero que también chirría si se compara con la de otros personajes de animación más recientes como Ariel (La Sirenita, 1989) o Jasmine (Aladdín, 1992). Por ello, la irrupción de Vaiana en las aguas del Pacífico supone un avance en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. "Hay factores eminentemente narrativos en los que las mujeres Disney han evolucionado. Pero esta evolución se delimita únicamente a su función en el largometraje. Por ejemplo, el paradigma cultural del bien y del mal estaba representado en los personajes femeninos de principios siglo XX, y se diluyó a partir de los años 80, cuando un único personaje comenzó a tener comportamientos ambivalentes", explica Marta de Miguel Zamora, doctora en Comunicación Audiovisual y Profesora Universitaria de Narrativa Audiovisual. Y añade: "Digamos que desaparecieron las brujas como personaje antagonista y que las princesas asumieron una parte de la personalidad del tradicional personaje malvado".
Redefinición de princesa
Según De Miguel, que llevó a cabo el estudio 'La fémina Disney: análisis y evolución del personaje femenino en cuatro películas de la factoría', las princesas han madurado en cuanto a sus motivaciones. "Son mujeres que ya piensan por sí mismas y que no se dejan llevar por los agentes externos de su entorno. Son decisivas, activas, cultas y luchadoras. Y parte de estos rasgos son herencia del desaparecido rol de la bruja", opina. No creo que esté tomando connotaciones negativas el concepto de princesa, continúa la académica, simplemente creo que se está redefiniendo. "Es causa de la propia evolución sociocultural, las princesas actuales son mujeres reales, como cualquiera de nosotras, y se comportan con una inteligencia emocional y motivacional muy coherente", considera.
Lejos de no funcionar en taquilla, las nuevas protagonistas creadas por la compañía están obteniendo récords de audiencia. De acuerdo al portal Box Office Mojo, Vaiana ha supuesto el segundo mejor estreno jamás alcanzado por una cinta en territorio estadounidense durante Acción de Gracias, solo por detrás de la marca establecida por Frozen (2013), con 93,6 millones de dólares desde el miércoles hasta el domingo, unos 87 millones de euros en cinco días. Un éxito también adquirido en España, donde ha logrado posicionarse como la película más vista en su fin de semana de debut, recaudando 1,6 millones de euros. Sin duda, una tranquilidad para la factoría y para los directores de la cinta, Ron Clements y John Musker, que, incluso no descartaron ver una princesa lesbiana pronto. "Parece que las posibilidades están abiertas en este punto", señalaron en una entrevista concedida al Huffington Post. Aunque ninguno de los dos cineastas tiene control sobre la empresa, creen que no sería muy difícil que ocurriera. "Se llevaría a cabo por un director o equipo de dirección que realmente quieran realizarlo y si a John Lasseter [el director creativo de Walt Disney Animation Studios] le gustara la idea, pero diría que realmente nunca hemos tenido restricciones en lo que hemos hecho", explicó Musker.