Ocho apellidos catalanes sigue batiendo récords y tras 19 días en cartelera se ha convertido en la película más taquillera del año, con 24,5 millones de euros de recaudación y 3,9 millones de espectadores. No obstante, de momento la secuela se queda lejos de lo alcanzado el año pasado por Ocho apellidos vascos, que acumuló 56,2 millones de euros y 9,5 millones de espectadores y se convirtió en la película más taquillera de la historia en España, sólo superada por Avatar.
La película dirigida por Emilio Martínez Lázaro ha superado a Los Minions, que queda segunda en la clasificación anual, y le siguen Jurassic World, Cincuenta sombras de Grey y Del revés, de Pixar, según ha informado la distribuidora Universal Pictures. Además, los datos la colocan como la quinta película española más taquillera de la historia, en una lista que lidera su precuela, Ocho apellidos vascos, seguida por "Lo imposible" de Juan Antonio Bayona, "Los otros" de Alejandro Amenábar, y "El orfanato", también de Bayona.
Sólo el pasado fin de semana la película recaudó más de 3,7 millones de euros, superando a "Los juegos del hambre" y a estrenos fuertes de la semana como "El puente de los espías" de Steven Spielberg (1,6 millones de euros) y "En el corazón del mar", de Ron Howard (0,5 millones).
Al igual que en Ocho apellidos vascos, la cinta está dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, tiene guión de Borja Cobeaga y Diego San José y está protagonizada por Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde y Carmen Machi. Las novedades en el reparto llegan con Berto Romero, Rosa María Sardà y Belén Cuesta. Como en la primera parte, las tramas de amor y humor ‘nacionalista’ se suceden mientras el protagonista, Koldo, viaja a Sevilla al descubrir que, tras romper con Rafa, su hija Amaia se ha enamorado… ¡de un catalán! Junto al andaluz viajará hasta Cataluña para ‘rescatar’ a su pequeña.
Todo ocurre en una Cataluña falsamente independiente, del tipo Goodbye Lennin. Una cierta idea de la farsa sirve para abordar los ánimos secesionistas sin meterse en líos. La novia Amaia (Clara Lago) –la que en la entrega pasada deja plantado a Rafa (Dani Rovira)-, decide contraer matrimonio con Pau (Berto Romero), quien para no decepcionar a su anciana abuela Roser (Rosa María Sardá) organiza la boda en la masia familiar haciéndole creer que Cataluña ha conseguido separarse de España.