Si uno pintara con un lápiz un "tintoretto" porque "así" quedaba "más moderno" le meterían en la cárcel inmediatamente, "entonces", se pregunta la mezzosoprano Teresa Berganza, "por qué no lo hacen con los directores de escena" que ponen "a la Carmen en bicicleta o a Fígaro en calzoncillos".
La artista, que ha participado en el Teatro de la Zarzuela en la presentación del homenaje a Victoria de los Ángeles que se celebrará allí el lunes, ha admitido que tiene la fama de "la gruñona de los enanitos" pero cree que se ha ganado el derecho de decir lo que siente.
Por eso, la cantante ha clamado contra los directores de escena que "hacen lo que les da la gana" con obras "en las que el autor dejó claro que aquella historia era así porque así era aquel tiempo". "Ni Victoria, ni Alfredo -Kraus, cuyo busto presidía la sala de prensa- hubieran aceptado las cosas que vemos ahora, pero me he quedado como muy sola", ha convenido.
Está segura de que Victoria de los Ángeles (1923-2005) "jamás habría consentido que le pusieran un biquini, la vistieran de mora o con falda escocesa para cantar" Margarita o alguno de sus otros roles, pero, ha reconocido, "a los jóvenes no les queda otra porque hay un montón deseando hacer lo que ellos hacen". "A nosotros no nos pasaba eso porque éramos como muy únicos y decíamos 'esto yo no lo canto así' y al que echaban era al señor, no a nosotros", ha remachado.