Santiago de Compostela, 10 ago (EFE).- Una de las torres de la catedral de Santiago de Compostela tiene una inclinación de unos 40 centímetros, una situación que "no reviste peligro", pero que pone de manifiesto las graves deficiencias en el mantenimiento de ese monumento, informó hoy el arquitecto Javier Alonso.
Filtraciones de agua, tapiado de puertas y cierre de ventanas innecesarios que han impedido la ventilación, utilización de hormigón y otros materiales dañinos, son algunos de las obras que han contribuido a degradar ese templo católico inscrito en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
Según cálculos de expertos de una fundación encargada de llevar a cabo un programa de restauración de la catedral, serían necesarios unos 30 millones de euros para eliminar las filtraciones de agua y la humedad, sustituir algunos materiales por otros más adecuados y corregir las deficiencias.
El canónigo Daniel Lorenzo, encargado de asuntos culturales de la catedral, señaló que un estudio reciente indica que sería necesario 1,5 millones de euros anuales para labores de mantenimiento, y apuntó que actualmente se destinan unos 300.000 euros.
El arquitecto encargado del plan de restauración indicó que la inclinación actual de la torre sur de la catedral, es decir la de la derecha si se mira la fachada desde la plaza del Obradoiro, "ronda los cuarenta centímetros" y si bien "tiene un poco de movimiento, no reviste peligro".