Medio millón de euros por concierto, esa es la cifra por la que Rosalía lleva dos días en los medios de comunicación españoles. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, reveló que esa es la cantidad que había pedido la oficina de la diva del pop para actuar en las fiestas de la ciudad castellana. En realidad, se trata de una tormenta periodística que revela un profundo desconocimiento sobre cómo funcionan las contrataciones municipales de artistas de moda.
Así lo explica un veterano mánager, con más de veinticinco años negociando conciertos de primeras figuras del pop español para fiestas municipales. “Muchas veces, pedir una cifra exagerada es una manera amable de decir que no. Hay ayuntamientos que se ponen insistentes y la mejor forma de quitártelos de encima es fijar una cantidad exagerada para que te dejen en paz sin que eso afecte a otros de tus artistas. Todos hemos recurrido a ese truco alguna vez", afirma. Nuestra fuente prefiere no revelar su nombre para que sus declaraciones no afecten a sus representados.
Luego sigue quitando hierro al choque de declaraciones. "Dudo que el 'caché' de Rosalía esté tan alejado de esa cifra, ya que es un fenómeno mediático que ahora mismo creo que podría llenar un par de Palacios de los Deportes (Madrid) o dos Palau Sant Jordi a finales de este año, cuando haya hecho ya caja con los festivales de verano”, explica. Por su parte, Manuel Bohórquez revelaba en una columna reciente en El Correo de Andalucía que el año pasado la cantante catalana pedía ya más de doscientos mil euros por una sola actuación, "cuando no era lo famosa que es ahora”.
Aclarado esto, algún lector se puede preguntar por qué Rosalía se molestó tanto como para desmentir la cifra desvelada por el alcalde. El motivo es más lógico de lo que parece. “Los cachés de los conciertos de las fiestas patronales tienen un estatus extraño, ya que no son públicos ni secretos. Algunos ayuntamientos los facilitan regularmente a la prensa local o regional, mientras que otros prefieren el silencio. A los representantes nos suele molestar que salgan a la luz por un motivo muy sencillo: ahora mismo, no hay dos conciertos iguales, por eso raramente ponemos dos precios iguales. No pides la misma cifra por tocar en Soria que en Sevilla, ni vale lo mismo una actuación el cuatro de enero en el interior del país que el veinte de agosto en una población costera repleta de turistas”, detalla. “Cuando actúas en un sitio con mucho público es posible que estés perdiendo las entradas que podrías vender en taquilla dentro de tres meses”, precisa.
"The Pretenders cobraron más del doble por tocar en Coruña que en Castrelos. Es algo normal, ya que los conciertos dependen del contexto y este puede variar mucho en pocos meses"
Situación alegal
De hecho, dos recitales próximos pueden costar cifras muy distintas. “Por ponerte un ejemplo, este año Rosalía está anunciada en el Primavera Sound de Barcelona y en O Son Do Camiño, que se celebra en el Monte del Gozo de Santiago de Compostela. No me extrañaría nada que cobrase menos al Primavera porque es un festival más prestigioso y sus programadores juegan mucho con eso para ajustar el caché”, señala.
Luego continúa: “Rosalía es una artista con un gran tirón en España. He visto un par de conciertos gratuitos suyos y las plazas se llenan con chicas de su edad, imitando su estilo de vestir. Está claro que ven en ella un modelo. No creo que a Rosalía le interese ir de gira por pequeñas capitales de provincias, sino reforzar su imagen con festivales ‘cool’, patrocinio de marcas y grandes recintos. Sin embargo, su tirón internacional no es tan grande como se esperaba. Por eso a ella le puede interesar más un festival con público extranjero como el Primavera Sound que otro en principio similar pero con menos glamour como el BBK Live”, subraya.
El caso de The Pretenders
Para aclarar la situación, nuestra fuente pone el ejemplo la polémica generada por The Pretenders en Galicia la temporada pasada. Sus 'shows' causaron polémica porque en La Coruña cobraron más del doble (196.988 euros) que por actuar en Vigo (96.800 euros) el año anterior, según desveló La Voz de Galicia. El bolo de The Pretenders en Coruña era un recital gratuito en la Playa de Riazor como parte del Festival del Nordeste, mientras que en el de Castrelos (celebrado en julio de 2017) había una parte gratuita del auditorio y otra de pago (entre seis y ocho euros) que se quedaba el ayuntamiento. "Los conciertos dependen mucho del contexto y este puede variar mucho en pocos meses", insiste.
En realidad, el supuesto medio millón de Rosalía no es una cifra tan desorbitada para alguien con su gancho mediático. “El último notición del mercado del directo es el regreso de La Polla Records, de quienes se dice que piden 250.000 euros por cada actuación. Cierto que tienen pegada para llenar estadios, pero hablamos de un recital de punk, que suelen ser baratitos, mientras que los de Rosalía son espectáculos más caros y ambiciosos, con un gasto de personal mucho mayor”, destaca. “Entiendo a quienes opinan que los cachés de las fiestas deberían ser públicos, pero también tenemos que hacer un esfuerzo por comprender que las circunstancias de los artistas pueden ser muy diferentes. Nadie está obligado a contratarles, así que tampoco tienen la culpa de nada. Cuando se explica el contexto de cada decisión, todo queda mucho más claro”, remata.