Fue el descubrimiento literario del año 2015: Lucia Berlin (1936-2004), una escritora norteamericana silenciada y apartada por el mundo literario y que con su libro Manual para mujeres de la limpieza (Alfaguara) deslumbró a lectores, editores y críticos. Berlin regresará a las librerías el día 8 de noviembre, cuando el sello Alfaguara publicará Una noche en el paraíso, una colección de 21 relatos inéditos en castellano y que forman parte de los 34 cuentos no incluidos en la primera antología de la norteamericana publicada en 2015, más de diez años después de su muerte tras sufrir un cáncer de pulmón.
Aquel volumen póstumo lo publicó en Estados Unidos la editorial FSG, mientras Alfaguara lo hizo en español. El buen ojo de María Fasce permitió a los lectores disfrutar de una colección poderosa y devastadora de relatos que revelaban la enorme sensibilidad de esta autora. Marcada por una vida dura, con carencias afectivas manifiestas, para muchos es considerada como una figura maldita, naturaleza sobre la que se asienta la devastación y ternura de sus cuentos. Una noche en el paraíso, el libro que verá luz el 1 de noviembre en el mercado anglosajón y ocho días más tarde en español. De acuerdo con algunos adelantos editoriales, este segundo volumen muestra a una Lucia Berlin que despliega na una autoficción "más seductora y chispeante" que tiene lugar en escenarios y desarrollan situaciones que provienen de su biografía). Las historias están organizadas en un orden aproximadamente cronológico y tienen lugar en ciudades como El Paso, en Texas, y varios más de ellos en Chile.
Nacida en Alaska, tuvo una vida trashumante entre Idaho, Montana, Kentucky y El Paso, de ahí a Santiago de Chile. Su familia se instalabadonde su padre consiguiese trabajo –era ingeniero de minas-. Con 24 años comenzó a escribir en la revista The Noble Savage, dirigida por Saul Below. Llegó a publicar casi un centenar de relatos que pasaron sin embargo desapercibidos. Su biografía es, al mismo tiempo, reflejo y laboratorio de los personajes que aparecen en su literatura. Aquejada por el alcoholismo, vivió una etapa de su vida desempeñando trabajos puntuales: señora de la limpieza, enfermera o cuidadora, también como tele operadora. Un universo que supo volcar en sus textos, dotándolos de una mordacidad y belleza a partes iguales. Consiguió una plaza como profesora en la universidad y se instaló luego en la Nueva York de los años cincuenta.
Casada y divorciada en tres ocasiones, Lucia Berlin narra en sus memorias –que se publican también este año en Estados Unidos- la complejidad afectiva que marcó su biografía y que se refleja en sus personajes. Antes de su muerte, Berlin estaba trabajando en un libro de bocetos autobiográficos inéditos llamado Welcome Home. El resultado son más de veinte capítulos que comienzan con Berlín en Alaska en 1936 y terminan en 1966 en el sur de México. En nuestra la publicación que hará en septiembre de este año Pan Macmilla, que lleva por título Welcome Home, su hijo Jeff Berlin cubre los vacíos biográficos con fotos y cartas que ilustran la vida azarosa, romántica y trágica de su madre.