Robert de Niro ha sido acusado de abusos verbales, comportamientos inapropiados y discriminación de género, por Chase Robinson, una exempleada que lo ha demandado ante la corte federal de Manhattan, después de que su relación laboral de una década se deteriorara, según publica el diario británico The Telegraph.
Robinson ha pedido ser compensada con al menos 12 millones de dólares (11 millones de euros) por salarios perdidos y por "haber soportado años de discriminación y acoso de género". La mujer ha indicado a los medios que el actor la trató como su "esposa de la oficina" mientras era asistente ejecutiva y, posteriormente, vicepresidenta de Producción y Finanzaz, en la empresa de De Niro, Canal Productions.
Según la demanda, el actor ordenaba en ocasiones a Robinson a que le rascara la espalda, le abotonara las camisas, le arreglara los cuellos, le atara las corbatas y lo despertara cuando estaba en la cama. Todo esto cuando la exempleada tenía 25 años (en 2008) y "aspiraba a una carrera en el industria del entretenimiento".
"De Niro criticaba a la señora Robinson a menudo, mientras estaba intoxicado, momento en que la denigraba, la reprendía, la intimidaba y le lanzaba improperios", se refleja en la demanda, que agrega que "De Niro hizo comentarios vulgares, inapropiados y de género a la señora Robinson y bromeaba sobre su receta de viagra".
Demanda de malversación a la exempleada
Por otro lado, la demanda se ha producido seis semanas después de que Canal Productions, demandara a Robinson por 6 millones de dólares en un tribunal estatal, por malversación de fondos. La demanda de la compañía señala que Robinson malversó cientos de miles de dólares, utilizó millones de millas de viajero frecuente de la empresa para su uso personal, usó la cuenta en efectivo de Canal Productions para pagar artículos personales y de lujo y "holgazaneó durante horas de trabajo, mirando muchas horas de televisión en Netflix".
Asimismo, la empresa ha asegurado que Robinson había usado la tarjeta de crédito de la compañía en gastos de más de 12.000 dólares (11.000 euros) en un restaurante y unos 32.000 dólares (29.000 euros) en viajes de taxi y Uber.
Frente a esto, Robinson ha respondido que las denuncias en su contra son una "represalia" porque fueron presentadas después de que ella renunciara e informara al abogado sobre sus intenciones de demandar a De Niro por discriminación de género y violaciones salariales.
"La demanda está repleta de acusaciones de 'clickbait' que falsamente dejan ver que la señora Robinson es una holgazana, una ladrona y una delincuente. Ahora, cuando su nombre está en Google, estas acusaciones aparecen en la pantalla. Los resultados han sido devastadores para la señora Robinson. Su reputación y su carrera han sido destruidas", apostilla la demanda de la ex empleada.