Hablamos de una de las leyendas de la música popular mexicana, con más de medio siglo de trayectoria. Padres fundadores de los narcocorridos, nada menos. El grupo se fundó en 1968 en la localidad de Mocorito, Sinaloa. Les bautizó un agente de inmigración ese mismo año, cuando fueron a dar un concierto a la prisión de Soledad, en California. Año tras año, su leyenda no ha parado de crecer y hace pocos días batieron el récord de asistencia a uno de sus conciertos, nada menos que en el Houston Livestock Show and Rodeo, atrayendo a 75.000 seguidores. “Estamos de manteles largos”, admite Luis Hernández, cantante y bajosextista del grupo. En España también van disparados: hace catorce años, ofrecieron un concierto febril y fabuloso en la sala Joy Eslava de Madrid, ahora vuelven a un escenario mucho mayor como el Wizink (jueves 4 de abril) y luego siguen ruta en el Coliseum de La Coruña (5 de abril), Auditorio Fórum de Barcelona (7), Bilbao Arena (12) y Navarra Arena (13).

¿Cómo vivieron la ruptura del récord en Texas? “Fue emocionante, muy emocionante. Rompimos nuestro propio registro de 2019, que es cuando superamos el de Cardi B. No solo estamos contentos por nosotros, sino porque estas cifras quieren decir que la comunidad latina está creciendo. Nos sentimos voceros de toda la gente que viene a Estados Unidos para tener una vida mejor. Nosotros vivimos acá y conocemos las necesidades de nuestra gente para prosperar”, explica. Para hacerse una idea de su nivel de influencia: Los Tigres del Norte son invitados regularmente a la Casa Blanca “para hablar de las necesidades de nuestra gente. Estuvimos dos veces en los últimos tres años, siempre apoyando al gobierno demócrata porque creemos que es el que da una mejor opción de vida y tiene mejor enfoque con la reforma migratoria”, comparte Luis.

No son solo embajadores políticos, sino pioneros culturales que descubrieron de primera mano que no hacía falta cantar en inglés para conquistar Estados Unidos. “Desde el principio defendimos el español, También fuimos pioneros en llevar la música mexicana del norte a todos los lugares. Ahora hay artistas latinos que ganan millones cada fin de semana y suenan en todos los países, pero hay que recordar que nuestro ascenso es anterior a las redes sociales, cuando darse a conocer era mucho más complicado. Ahora con Spotify nos escuchan en muchos más territorios del mundo, incluso hay grupos cubanos que imitan la música norteña para parecerse a nosotros”, informa entre sonriente e incrédulo.

Tigres del Norte, titanes de la hispanidad

La mejor pregunta para hacer hoy a los Tigres es cuál de sus más de mil canciones les ha creado más problemas con las autoridades. “Siempre hemos contado las verdades de la vida de la gente, por eso nos llaman ‘la voz del pueblo’. El primer tema que llamó la atención fue ‘Contrabando y traición’, que habla de transportar droga en las llantas de un coche. Es un tema al que nosotros llamamos ‘la mamá de los corridos’ sobre droga. Años después, otra letra que causó polémica fue ‘La camioneta gris’ , de la que se hizo una película. También habla de transportar narcóticos y cómo eso te convierte en triunfador. Pero no solo hablamos de narco, también tenemos corridos muy políticos como ‘El circo’, que trata la historia de corrupción de Raúl y Carlos Salinas de Gortari, su comportamiento en las élites de México. Esta la prohibieron en los premios Nuna, así que decidimos no actuar en su gala. Y ‘El gato Félix’ aborda el asesinato de un periodista de Tijuana”, recuerda.

Los Tigres cantan sobre narcotráfico pero eso no significa que hagan apología. “Algunos artistas populares que escriben sobre drogas visten y viven como traficantes. Nosotros nunca hemos hecho esas cosas. No exhibimos dinero ni carros impresionantes. Nuestras canciones llevan siempre un mensaje de conciencia. Uno de nuestros discos más vendidos, Jefe de jefes (97), tiene un vídeo grabado en Alcatraz en el que al final decimos que ‘El que se porta mal termina en el hospital, la cárcel o el panteón’. En Chihuahua hace poco nos pidieron que no cantásemos narcocorridos porque hacen apología del delito. Les hicimos caso porque es verdad que somos un ejemplo. Hemos tenido una carrera muy limpia porque no imitamos a los personajes sobre los que cantamos”, celebra Luis.

Sus conciertos de esta gira duran alrededor de tres horas y cuentan con mariachi, cuerpo de baile y apoyo audiovisual

¿Qué tipo de espectáculo podemos esperar en su gira española? “Antes hacíamos sobre todo auditorios para bailar, ahora es más espectáculo para que disfrute también la gente que lo ve en las butacas. También cuidamos más la parte audiovisual y llevamos un grupo de baile. Otra novedad es la parte de mariachis, con los que tocamos el repertorio que nos une al gran Vicente Fernández, ídolo de la música ranchera mexicana. Él nos pidió que hiciéramos juntos la canción “Un consentido de Dios” y grabamos el vídeo en su rancho. La relación con Vicente y la familia Fernández ha sido intensa a lo largo de los años Los dos hemos grabado canciones como ‘Nos estorbó la ropa’, ‘Qué de raro tiene’, ‘Amigos y mujeres’… Fue bonito porque con él establecimos una relación de comunión en vez de competición”, apunta.

Para terminar, Fernández avisa que se puede venir al show con menores, de hecho sus conciertos en Estados Unidos son muy familiares. También advierte de que duran alrededor de tres horas, la última dedicada a “las complacencias, tocar las canciones que nos pide el público”. Un fiestón norteño como pocos pueden dar.

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