Cultura

Leonardo Sbaraglia: "Hay un falso prejuicio de los egos en la actuación"

El actor protagoniza junto a Marcelo Subiotto la película 'Puan', una comedia filosófica que llega a los cines tras competir en el Festival de San Sebastián

El actor argentino Leonardo Sbaraglia lleva casi cuatro décadas dedicado al cine y al teatro desde su debut en el celuloide con la película La noche de los lápices (1986), a las órdenes de Héctor Olivera.

Desde principios de los 2000 trabaja a caballo entre España y su país natal, después de haberse convertido en un rostro imprescindible del cine en español. Sin descanso y con una nómina de películas que supera los 70 títulos, el actor regresa a las salas con Puan, dirigida y escrita por María Alché y Benjamín Naishtat.

Puan compitió por la Concha de Oro en la pasada edición del Festival de San Sebastián, donde Sbaraglia atendió a Vozpópuli para hablar sobre esta nueva película, una comedia filosófica que protagoniza junto a Marcelo Subiotto, así como de su profesión y sus primeros años como actor.

El principal personaje de esta película es Marcelo (a quien da vida Subiotto), un profesor de filosofía que, tras la muerte repentina del jefe de Cátedra en la facultad en la que imparte clase, espera heredar la plaza que ha quedado vacante. Sin embargo, Rafael Sujarchuk (Leonardo Sbaraglia), otro docente que regresa desde Alemania dispuesto a seducir a todos, se convierte de manera inesperada en su principal contrincante y comienza aquí la disputa entre dos profesores que representan maneras opuestas de ver la docencia y el mundo.

"Este personaje existe como espejo para alumbrar algo de esa crisis que está viviendo el personaje central de esa historia. Sujarchuk es un argentino que ha luchado y ambicionado formarse en las grandes universidades de Europa, siempre había tenido ese sueño, lo ha logrado y es un tipo al que le había ido muy bien. En un determinado momento se enamora de una artista pop y le dan ganas de volver a desplegar todo ese éxito en su país, y de que se le reconozca", cuenta Leonardo Sbaraglia.

"Lo que debería unir es el dolor de todos y la alegría debería ser el primer derecho"Leonardo Sbaraglia, actor

En palabras del actor, una de las miradas de Puan al mundo actual tiene que ver con la instauración del "miedo" como el elemento que unifica, mientras que, a su juicio, lo que debería unir es "el dolor de todos" y "la alegría debería ser el primer derecho". "Es una película que entiende muy bien lo que es la realidad actual mundial, los avances de los pensamientos radicales y extremos, sobre todo a nivel económico, que todo el tiempo nos quieren llevar a una política de mercado, y al mismo tiempo entender que el ser humano puede seguir construyendo cosas mejores", agrega.

En el momento de realizar esta entrevista, Javier Milei solo era un candidato a la presidencia de Argentina, aunque ya había hecho públicos algunas de sus voluntades si llegaba al poder, especialmente las relacionadas con los recortes al instituto del cine (INCAA).

"Él dice que el INCAA da gasto al estado, pero es autárquico, se financia por fuera del estado, pero quizás alguien se quiere apropiar de esa recaudación y la quiere para otra cosa", señaló Leonardo Sbaraglia entonces. A su juicio, este organismo es una pieza fundamental en el cine argentino que llega a lo más alto, y pone de ejemplo la película Argentina 1985, que a pesar de contar con financiación de una plataforma y no del INCAA, sus técnicos sí han sido formados gracias a este organismo.

Leonardo Sbaraglia y los mitos de la profesión

Este actor argentino, que ganó en 2002 un Goya al mejor actor revelación por su papel en Intacto y que ha trabajado a las órdenes de directores como Damián Szifron o Pedro Almodóvar, ha señalado, en referencia a la supuesta rivalidad o lucha de egos de los protagonistas de Puan, que "hay un falso prejuicio de los egos en la actuación", tal y como muestra, en la ficción, la película Competencia oficial, de Mariano Cohn y Gastón Duprat.

"Al menos en la historia del cine de casi 40 años que yo tengo, tanto en España como en Argentina o donde me ha tocado trabajar, siempre he tenido de un total de 120 experiencias dos malas. El porcentaje de las veces que uno no se entiende con un compañero o con un director, o en la que algo ocurre, no tiene que ver con temas de la profesión sino con circunstancias personales por las que uno está pasando, y que quizás son las que pueden determinar que algo haga chispazo, cuando en otro momento no habría pasado nada", asegura este actor, que alude a otras cuestiones como "vulnerabilidades o inseguridades".

"Empezaron a llamarme mucho para ser el galán de las telenovelas y entonces decir no se convirtió en algo importante"Leonardo Sbaraglia, actor

Al igual que le ha ocurrido a otros actores, su carrera también se ha moldeado en base a rechazar papeles, unas líneas rojas que estableció especialmente al principio de su carrera, cuando tras debutar en el cine trabajó entre los 17 y los 20 asó en una serie de televisión que equivale a la ficción española Al salir de clase, según compara él mismo.

"Después de aquello me empezaron a llamar mucho para ser el galán de las telenovelas y entonces decir no se convirtió en algo importante. A los 20 años, cuando empecé a tomar esas decisiones, no pensaba en quedarme fuera, sino en necesitar seguir formándome, estar en contacto con otro tipo de medios de producción, con elaborar las cosas de otra forma, con tener gente al lado que no me exigiera un resultado de un día para otro, sino alentándome a investigar. De pronto tenía que hacer 11 escenas en televisión, pero en teatro tenía tres o cuatro meses para ensayar", recuerda.

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