La caída del pelo se ha convertido en una de las grandes preocupaciones para millones de personas. Aunque muchos se echen las manos a la cabeza al pensarlo, en condiciones normales, cada día perdemos entre 50 y 150 pelos, una cantidad que aumenta por diferentes factores como la época del año. Aunque la caída estacional puede ocurrir en cualquier momento del año, en otoño es más común.
Aunque para muchos, quienes cada día miran con desesperación el cepillo donde quedan los cabellos, esto es motivo de preocupación, por lo general, es algo natural y fisiológico. El pelo está en continuo proceso de regeneración. “El pelo no se cae, se renueva”, matizan desde el Academia Española de Dermatología y Venereología.
En los últimos años, los expertos han detectado un aumento de personas con problemas capilares. Personas que sufren una caída del pelo más allá de lo considerado ‘normal’ y que han convertido esta causa en uno de los principales motivos de consultas al especialista.
Hábitos diarios que favorecen la caída del pelo
Dejando de lado afecciones más graves como la alopecia, ocasionadas por diversos factores, desde el genético al relacionado con el estrés, el déficit nutricional o incluso un desequilibrio hormonal, los expertos apuntan a que determinados hábitos cotidianos favorecen la caída del pelo.
Unas prácticas diarias, aparentemente inocentes, y que la gran mayoría desconoce que afectan negativamente a nuestro cabello debilitándolo. Unos hábitos que, modificándolos, pueden ayudarnos a evitar la caída del pelo.
- La elección del champú: aunque existen decenas de opciones de productos capilares en el mercado, es importante elegir aquellos respetuosos con el cabello y evitar los que contengan productos químicos irritantes. Muchos contienen alcohol entre sus ingredientes, que puede ocasionar que el pelo se vuelva seco y frágil. Busca opciones más naturales y suaves que cuiden de tu pelo.
- Peinar el pelo mojado: tras una ducha, muchos son los que peinan y desenredan el pelo con el pelo húmedo, que es cuando más débil y flexible está y tiene más facilidad para romperse. Los expertos recomiendan desenredarlo antes de ducharse y aplicar una crema suavizante o mascarilla para acabar de soltarlo.
- La forma de lavar y secar el pelo: hay quien piensa que frotando enérgicamente el cuello cabelludo, este se lavará mejor. Los expertos recomiendan lavarlo suavemente, masajeando con los dedos, y, sobre todo, aclararlo por completo sin dejar restos de champú. Para secarlo, tampoco es necesario frotar de manera agresiva con la toalla, es preferible hacerlo con pequeños toques para no dañar el pelo mojado.
- Exceso de calor al secarlo: planchas y secadores debilitan notablemente el pelo. Aunque se recomienda utilizar algún tipo de producto protector térmico, también es aconsejable, en el caso del secador, no acercarlo mucho al pelo e intentar utilizar una potencia media en lugar de alta. En cuanto a las planchas, antes de utilizarlas hay que comprobar que el pelo esté completamente seco.
- Peinados muy tirantes: el abuso de coletas pulidas, moños tirantes y recogidos apretados puede favorecer la caída del pelo y ocasionar la conocida como alopecia de tracción. Esta tensión puede ocasionar daños en los folículos pilosos. A la hora de recoger el pelo, es recomendable que no esté muy tirante. Además, es importante que esté completamente seco.
- La mala alimentación: según la Organización Mundial de la Salud, es necesario seguir una dieta equilibrada para conseguir un estilo de vida saludable. Pero además, la alimentación juega un papel importante para evitar la caída del pelo. El cabello también necesita nutrientes para mantenerse fuerte y sano, por lo que los expertos recomiendan seguir una dieta rica en vitaminas y minerales.
- La temperatura del agua: al igual que ocurre con la temperatura del agua para el cuerpo, para el pelo es recomendable utilizar el agua templada. Utilizarla caliente deshidrata el cabello, que se vuelve seco y quebradizo.
