El matrimonio es como todo: cuando va bien, todo es maravilloso, pero cuando las cosas se tuercen no hay quien aguante ahí.
Para que una relación de pareja funcione, sobre todo si hay hijos de por medio, hay que sacrificarse un poco. Los matrimonios de verdad no so como en las películas, en las que todo fluye siempre y durante años. Hay que esforzarse y hacer la vista gorda en muchas ocasiones.
Esto es la teoría. Veamos qué opinan las mujeres reales que están casadas.
Lo que más odian las mujeres de estar casadas, revelado por ellas mismas
A través de un foro, las mujeres casadas se han expresado y han revelado qué es lo que más odian y/o la parte más difícil del matrimonio para ellas. Te revelamos algunas de las respuestas:
1) "No tener tiempo para mí misma ni mi espacio"
"Creo que lo más difícil es nunca tener mucho tiempo para mí misma. Viví sola durante cinco años antes de conocer a mi marido, y dos más después de conocernos. Pero, para ser sincera, hay días en los que extraño mi pequeño apartamento tipo estudio, tan tranquilo... Era un espacio que era completamente mío. No cambiaría a mi esposo e hijos por nada del mundo, pero extraño esa pequeña parte de mi vida anterior un poco", asegura una de las mujeres que ha participado.
2) "Tener que consultar las grandes decisiones"
"Acostumbrarse a no hacer las cosas a tu manera todo el tiempo. Hay que tener en cuenta el punto de vista y las preferencias de otra persona completa. No puedes simplemente salir corriendo un día y afeitarte la cabeza, reservar un viaje o hacer una gran compra sin consultar al otro", afirma otra.
3) "Los suegros"
Esta mujer no ha dado más detalles, así que imaginamos que la relación con los padres de su marido no tiene que ser muy buena.
4) "Ser pareja y padres a la vez"
"La transición de novios a padres. Fuimos amigos durante años antes de salir, estuvimos juntos y vivimos juntos durante casi una década antes de casarnos. Construimos un apartamento, compramos una casa, planeamos una boda, vivimos la vida... Lo hicimos todos juntos y casi siempre estábamos en el mismo punto vital. Si no, lo discutíamos y encontrábamos una solución", comienza una de las casadas.
Esta alegría y estabilidad cambió cuando llegó su hija: "Todos los planes que teníamos, todas las conversaciones hipotéticas sobre la crianza de los hijos que habíamos tenido durante el transcurso de nuestra relación... no se aplicaban a nuestra vida. Ya no tenemos tiempo de discutir nuestro punto de vista sobre cada situación en tiempo real porque cuando lo hacemos al final acabamos discutiendo. Sabemos que, en última instancia, estamos en el mismo equipo, pero ya no estamos sincronizados. Es increíblemente difícil ser una pareja casada y padres al mismo tiempo sin comprometer ninguna de esas partes".
5) "Comunicarme con él"
Esta esposa tiene una pareja pasivo-agresiva, es decir, una que no aborda el problema de frente si no que va soltando pullitas y hace la convivencia del todo imposible. "Tuvimos que acudir a una consejería matrimonial para fomentar nuestra comunicación", asegura.
6) "Esforzarnos en la relación"
"Asegurarnos de que cada uno se esfuerce en la relación. A veces nos olvidamos de cuidar el vínculo entre nosotros", confiesa una mujer casada. Hay mucha logística diaria involucrada en estar juntos, a veces nos olvidamos de cuidar el vínculo entre nosotros".
7) "La convivencia"
Como le sucedía a la mujer del punto 1 de este artículo, esta otra se queja de que lo que más odia del matrimonio es "vivir con otra persona"
"Disfrutaba mucho viviendo conmigo misma, sin tener que escuchar el ruido de otra persona o preocuparme por hacer ruido si alguien está durmiendo, etc.", asegura, revelando que no le gusta tener que consultar las cosas, como qué ver en la tele o cómo decorar la casa.
¿Qué opinas de estas respuestas?