Bienestar

Siete razones por las que has ganado peso y haces lo mismo (como comer 'light' y hacer ejercicio)

De pronto te notas más hinchado, más gordo, y eso que estás controlando. Hay hábitos y razones que hacen fluctuar nuestro peso. Te las contamos

En muchas ocasiones, subimos de peso y no entendemos por qué. La ropa nos queda más apretada, tenemos que usar un agujero más en el cinturón y la báscula nos marca un número superior que el que teníamos hace nada.

¿Lo peor? Que no lo entendemos porque no hemos hecho ninguna concesión calórica. De hecho, podría decirse que llevamos comiendo y bebiendo más o menos lo mismo desde hace un mes. 

¿Es normal? ¿Qué me está pasando? ¿Puede que algún alimento me esté engordando de repente o que haya adquirido un hábito perjudicial para mi figura? Lo vemos.

X razones por las que has ganado peso últimamente y comes lo mismo

Antes de nada, decirte que calma. La fluctuación de peso es totalmente normal. De hecho, tu peso puede subir y bajar fácilmente hasta dos kilos en poco tiempo dependiendo de lo que comas y otros factores del estilo de vida. 

A continuación, por si quieres saber qué te ocurre y cómo ponerle remedio, te decimos una serie de causas asociadas al aumento de peso inesperado.

1) Hiciste más ejercicio

Hay varios supuestos que pueden hacer que el ejercicio en vez de hacernos perder peso nos haga coger unos kilos y vernos más hinchados. Esto causa una gran desesperación en quien se está intentado cuidar, pues ve que todos sus esfuerzos en vez de hacerle progresar, le boicotean.

Algunos de los factores que explican por qué tras hacer más ejercicio podemos engordan son los siguientes:

  • Retención de agua: el agua representa aproximadamente del 65 al 90% del peso de una persona, y la variación de su contenido en el cuerpo puede hacernos variar de peso.
  • Estado de hidratación: las personas estamos formadas por músculo, grasa, hueso, cerebro, tejido, sangre, gas intestinal, orina y aire. Y después de una rutina de ejercicios, el porcentaje de cada uno de estos factores puede cambiar hasta un 15%. Los entrenamientos intensos causan esta variabilidad debido a factores como el estado de hidratación, la inflamación causada por la reparación del daño muscular o el volumen de orina y sangre, entre otros.
  • Quizá el ejercicio te hace comer de más: muchas personas comen más calorías cuando comienzan a hacer ejercicio, y de este modo acaban engordando. Así lo comprobó este estudio de la Universidad de Louisiana, que siguió a 200 hombres y mujeres con sobrepeso.

Te pasaste con el ejercicio

2) Comiste demasiada sal sin darte cuenta

La sal retiene líquidos, lo que te hace estar más hinchado que de costumbre. Para adelgazar debes limitar tu ingesta de sodio a una cucharadita o menos al día

El sodio es el responsable de la retención de agua y de la hinchazón el cuerpo, ya que hidrata a las células. Una dieta saludable debe contener solo 2.300 mg (una cucharadita) de sodio por día.

Asimismo, has de evitar alimentos muy salados, como embutidos, salsas, aderezos, palomitas y algunos quesos (especialmente el roquefort).

Sal

3) No bebes suficiente agua

La ingesta adecuada de agua es esencial para que todas funciones del cuerpo se lleven a cabo. De hecho, cuanto más bebas (agua, no te pases de listo) más posibilidades tienes de mantenerte delgado. En un estudio publicado en la revista Obesity, comprobó que aquellos que bebieron dos vasos grandes de agua antes de casa comida adelgazaron un 30% más que los que no lo hicieron.

Beber agua es importante

4) Estás estreñido

Los problemas digestivos, como el estreñimiento, también pueden explicar el aumento de peso. Si no vas al baño con facilidad y con asiduidad (una o dos veces al día), puede ser la razón de que hayas engordado.

Otro posible factor de riesgo podría estar en tu flora intestinal o microbioma. Varios estudios relacionan la mezcla de bacterias en el intestino con el aumento de peso, especialmente si no tienes un correcto balance de bacterias buenas y malas. 

Tu intestino no funciona bien

5) Duermes menos o peor

Si no duermes bien por las noches lo acabarás notando en tu báscula más pronto que tarde. Algunos expertos han investigado la relación entre la falta de sueño con el aumento de peso, y creen que simplemente es porque al estar más horas despierto consumes más calorías

No obstante, otros consideran que se debe a un tema hormonal: cuando no duermes lo suficiente, las hormonas cambian y segregas una en concreto (grelina) que te hace sentir más hambre. Además, segregas menos de otra (leptina) que es la que te avisa de que ya has comido suficiente.

[Cómo adelgazar cuatro kilos en una semana]

No duermes bien

6) Comes demasiados 'alimentos light'

Suena contradictorio, pero es así. Los productos 'light' que compras en el súper tienen pocas calorías y grasa, pero están cargados de hidratos de carbono, que se digieren rápidamente y provocan una subida de azúcar e, inmediatamente después, un rebote de hambre. 

Al respecto, una investigación publicada en The Journal of Nutrition descubrió que las comidas que limitaban los carbohidratos al 43% eran más satisfactorias y tenían un efecto más leve sobre el azúcar en la sangre que las comidas con un 55%de carbohidratos. Eso significa que almacenarás menos grasa corporal y será menos probable que comas más después. 

Cereales y yogur 'light'

7) Estás más triste

Un estudio de 2015 monitorizó a 362 pacientes que tomaban antidepresivos y concluyó, tras 36 meses, que el 55% había aumentado de peso. Otro estudio de 2010 reveló que las personas que se sienten tristes y solas aumentan de peso más rápido que las que tienen menos síntomas relacionados con la depresión. Esto último podría deberse a que estos individuos, cuando se sienten mal, tienden a comer alimentos con alta carga calórica.

[Las consecuencias psicológicas de la pandemia de coronavirus]

Depresión, ansiedad y adicciones: las consecuencias psicológicas tras el confinamiento

¿Crees que puede haberte afectado alguno de estos hábitos?

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