Como si de un verde tesoro se tratase, 2021 nos ha salpicado desde las redes sociales poniendo a la clorofila como un remedio ancestral, utilizado para un sinfín de dolencias o patologías, convirtiéndose así TikTok, la popular red social, en el altavoz de una tendencia que realmente no se sustenta sobre ninguna base científica.
Se han consolidado así opiniones pseudocientíficas con la mención de pocos, muy pocos, ejemplos de literatura médica que avalen las bondades de las denominadas clorofila líquida, consumiéndola en la denominada agua de clorofila, donde se añade este concentrado a base de clorofilina, una versión hidrosoluble de la clorofila que se mezcla con diversas sales minerales.
Bastaría un paseo por TikTok e Instagram donde durante varios meses se ha ido poniendo de moda este remedio natural a base de esta popular biomolécula, fundamental para las plantas, responsable de la fotosíntesis, proceso de obtención de energía a través de la luz y que de forma orgánica podríamos añadir a nuestra dieta con el consumo de vegetales de hoja verde como las lechugas, los brotes, los germinados o el kale.
A ella y al consumo de este agua de clorofila (cuyos concentrados se obtienen, según mencionan en EverydayHealth, de alfalfa, algas y excrementos de gusano de seda) se han asociado así utilidades como combatir el sobrepeso, reducir el acné, fortalecer el sistema inmunológico, incrementar nuestra energía e incluso convirtiéndose en un aliado potencial de la lucha contra el cáncer.
Todos esos mitos los han puesto sobre la mesa en el citado medio, contando con la ayuda de varios doctores estadounidenses, para comprobar si realmente hay alguna base que avale el ingente consumo de clorofila como remedio natural para distintas enfermedades y, casi como era de esperar, no hay apenas resultados constatables en ninguna base médica.
Clorofila contra el mal olor, el sobrepeso o el acné
Puesta sobre el tapete, desde EverydayHealth aluden a dos doctores: Gary Soffer, de la Universidad de Yale, y a Keri Gans, consultora de nutrición, dietista y portavoz de la Asociación Americana de la Dietética (ADA en sus siglas inglesas) y autora del libro The Small Change.
Aluden así a diferentes mitos vertidos desde TikTok, algunos con más fundamento que otros, acerca del uso de la clorofila con fines terapéuticos y que, a pesar de la moda, no tienen un sustento que acredite sus potenciales virtudes como para convertirlos en un remedio curalotodo, lo cual también se desmonta desde Health.com y desde The New York Times.
Es el ejemplo de la salud dermatológica, advirtiéndose así que la ingesta de estos verdes preparados puede reducir el acné o las marcas que deja, algo de lo que también se hacen eco CuidatePlus, y que carece de base científica, puesto que el acné y sus cicatrices no desaparecen con el consumo de esta clorofila líquida, un falso mantra que se sustenta sobre una evidencia conocida en las terapias fotodinámicas, relativamente común en el tratamiento de cánceres en la piel, donde la clorofila se utiliza como agente fotosensibilizante para luego aplicar diodos de luz sobre esas zonas.
De un modo parecido y también relacionado en cierto modo con la piel, son varios los ejemplos de tiktokers que han bendecido a la clorofila como remedio antiolor, asegurando que su consumo hace que el sudor sea menos intenso, lo cual tampoco tiene una base científica notable y muy pulida, ya que la literatura médica se remonta a ejemplos en los que la clorofila se ha utilizado en personas mayores y en grupos de control muy reducidos y con ciertas patologías, como aquellos que tienen realizada una colostomía. En tal caso, la literatura médica no ha avalado que haya pruebas de que esta ingesta combata el mal olor, como este estudio de 1980.
Aluden también desde EverydayHealth a la teoría que avala la clorofila como un remedio antifatiga, combatiendo la anemia, la cual sí tiene una pequeña evidencia científica a través de un estudio masivo (más de 2.000 participantes) en China para analizar el consumo de la shengxuening, un compuesto rico en clorofila a base de heces de gusano de seda y que forma parte de la medicina tradicional china, en personas con anemia, ratificando que sí se minimizaban los efectos de ésta, pero no hay más evidencias científicas que secunden la hipótesis para pacientes que no sufran anemia.
Con la alimentación y sus trastornos también se han abierto las vedas de TikTok, asegurando ciertos usuarios que esta ingesta les ayudaba a perder peso, lo cual tampoco ha sido tratado de forma exhaustiva por la literatura médica y que en EverydayHealth sintetizan en un único estudio, realizado a 38 mujeres con sobrepeso, donde sí podrían existir indicios de controlar este incremento.
El problema, además de tratarse de un estudio con un grupo de control pequeñísimo y apenas extrapolable, está también en que la administración de la clorofila en este ejemplo no está aislada, por lo que no podemos considerar a esta biomolécula como única responsable de los beneficios. El motivo está en que a los participantes se les sometió a una dieta sin snacks, bebidas azucaradas y rica en frutas y vegetales, todo ello distribuido en tres comidas diarias y con 30 minutos de ejercicio diario de baja intensidad.
Del mismo modo, el aporte de clorofila vino dado por la ingesta de tilacoides (unas membranas presentes en los vegetales de hoja verde, preparados en este caso a través de un concentrado de espinacas baby), ricos además en proteínas, grasas, carbohidratos y otros micronutrientes como la luteína, el ácido fólico, la vitamina K o la vitamina E, amén de la clorofila, por lo que ésta es solo una mínima parte de toda la tarea llevada a cabo en el estudio.
Por último, se desmonta también el mito de esta 'agua' como agente detox o como potenciador del sistema inmunológico, rico en antioxidantes, derribado por un estudio sistematizado de Natural Standard, una organización que revisa las medicinas alternativas y complementarias, donde no existe literatura previa que avale que la ingesta de clorofila implique algún grado de 'desintoxicación' o de mejora de las digestiones.
En cualquier caso, mencionan en EverydayHealth que la ingesta de clorofila en agua no tiene riesgos potenciales para la salud, por lo que su consumo no estaría prohibido, pero teniendo siempre en cuenta que no tiene beneficios reales para nuestro organismo y que podríamos añadirla a nuestro día a día a través de algo tan sencillo como la dieta.