Todos hemos oído hablar del metabolismo, y sobre todo de su importancia a la hora de adelgazar. Conseguir acelerar este proceso es para muchos la clave para perder peso correctamente y deshacerse de la grasa acumulada. Algo que con el paso de los años se complica. Y es que, según aseguran los expertos, es a partir de los 50 años cuando más difícil resulta acelerar el metabolismo y con ello perder esos kilitos de más.
Según el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, “el metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que se produce en nuestro organismo por el que se sintetizan o degradan las moléculas que forman los tejidos de nuestro cuerpo para realizar todas sus funciones vitales”. Es decir, un proceso fundamental para funciones como respirar, hacer la digestión e incluso hacer que la sangre circule, por el que nuestro cuerpo produce y quema energía. De la misma manera, el metabolismo influye en el control del peso.
Con el paso de los años, nuestro metabolismo se va volviendo más lento. La edad, el peso, la genética y el género influyen en el ritmo de nuestro metabolismo. A partir de los 50 años, el cuerpo sufre importantes cambios, entre ellos una ralentización de este proceso que dificulta que las calorías se transformen en energía y se quemen tan rápido, por lo que se acumulan más fácilmente en forma de grasa.
Cómo acelerar tu metabolismo a partir de los 50 años
Y si la edad es un factor importante en el ritmo del metabolismo, el género también lo es. Según los estudios, los hombres tienen un metabolismo entre un tres y un diez por ciento más alto que las mujeres, por lo que ellos consiguen adelgazar más rápido que ellas, siguiendo la misma alimentación y rutinas.
La práctica de ejercicio es una de las formas más conocidas de acelerar el metabolismo. Pero existen otras maneras de quemar calorías para compensar la desaceleración que sufre a medida a cumplimos años.
Realiza ejercicio
El deporte es, por regla general, beneficioso para nuestro cuerpo siempre y es importarte practicarlo durante todas las etapas de nuestra vida. Realizar ejercicios de cardio, aeróbicos o de fuerza ayudan a aumentar la masa muscular, que favorece un metabolismo alto.
Toma café y té
Según los estudios, el consumo de bebidas estimulantes como el café o el té favorecen la quema de energía ya que suponen un gasto de grasa mayor al de otras bebidas. Esto no significa que se puedan abusar de este tipo de bebidas, el consumo tiene que ser moderado y teniendo en cuenta que se pueden afectar a nuestra salud.
Alimentos ricos en proteínas
La dieta es una de las partes más importantes a la hora de perder peso. Por ello, la ingesta de alimentos ricos en proteínas ayuda a activar el metabolismo hasta en un 30 por ciento y con ello a quemar más calorías.
Según diferentes estudios, este tipo de alimentos ayudan al metabolismo a utilizar la energía acumulada para su digestión. Es decir, aumentan el efecto térmico del cuerpo que quema un extra de calorías para absorber y procesar los nutrientes de la comida. Además, los alimentos ricos en proteínas son más saciantes, por lo que sus digestiones son más lentas y requieren más energía.
Beber agua fría
Mantenerse hidratado es importante para la salud siempre, y a partir de los 50 años aún más. Así lo aseguran los expertos que recomiendan beber agua para prolongar la vida de las células y evitar la deshidratación. Además, beber agua también ayuda a activar nuestro metabolismo. En este caso, debe estar fría, para que nuestro organismo trabaje para calentarla.
No te saltes el desayuno
Son muchos los que en su intento por perder peso optan por saltarse el desayuno. Considerada la comida más importante del día, el desayuno es necesario para que el cuerpo se ponga en marcha y comience a quemar calorías. Eso sí, olvídate de alimentos excesivamente grasos o cargados de azúcares. Para comenzar el día, nada mejor que una combinación de proteínas, fibra, frutas y grasas saludables.
Duerme bien
Y si la práctica de deporte y la alimentación son importantes tanto para la salud como para activar el metabolismo, descansar de manera adecuada también es un factor a tener en cuenta. Así lo asegura la ciencia, que ha demostrado que dormir bien ayuda a quemar grasas y perder peso.
Según los estudios, la falta de sueño afecta negativamente a la salud y puede elevar los niveles de algunas hormonas del cuerpo como el cortisol, que te hace retener cierta cantidad de grasas. Cuando dormimos, nuestra temperatura corporal baja, algo que obliga al cuerpo a quemar energía para regular esa temperatura.
Además, no dormir bien aumenta el apetito haciéndonos comer más, a deshoras y alimentos no saludables.
