El dolor en los pies es una de las causas más frecuentes de consulta en los servicios de traumatología. De menor a mayor manera, todos en algún momento tenemos molestias en las extremidades inferiores que son causadas por muchos motivos diferentes. Andar mucho, mala postura, estar de pie durante varias horas, zapatos incorrectos, ¿cómo de puede solucionar?
Vozpópuli se ha puesto en contacto con Patricia Morales, traumatóloga de la Unidad de Pie y Tobillo del Hospital Universitario Infanta Sofía, para hablar sobre las principales molestias que tenemos en los pies y qué podemos hacer para aliviar esos dolores tan intensos que a veces nos traen por el camino de la amargura. Dependiendo del tipo de problema, deberemos tener en cuenta una serie de factores. Eso sí, sobra decir que, en los casos más graves, y en aquellos en los que la aflicción sea interna y no remita, es fundamental ponerse en manos de un especialista.
Los tres dolores de pies más frecuentes
"Dentro de la amplia gama de molestias que los pacientes pueden presentar, los tres más frecuentes son la talalgia o dolor en el talón, la metatarsalgia y las deformidades de los dedos. En general el origen de todas estas patologías es una suma de varios factores: por un lado alguna anomalía en la forma o el apoyo del pie sumado a un calzado inadecuado, el sobrepeso o a una actividad laboral/deportiva que obliga al paciente a pasar largos periodos en bipedestación (de pie) o a realizar actividades de impacto repetitivo en la planta del pie como la carrera o el salto", revela la especialista.
En la mayoría de los casos el origen de la talalgia es un cuadro denominado fascitis plantar. Esta molestia es un dolor que se localiza en la zona plantar del pie justo en el talón debido causada por una inflamación. "La clínica que presenta el paciente es dolor en esa zona con los primeros pasos de la mañana o al empezar a caminar después de un largo periodo de descanso. Normalmente a medida que se anda, la molestia puede ir cediendo", explica Morales.
Los juanetes no se operan solo por la deformidad, el dolor es crucial para que se valore la cirugía
Dentro de las causas que pueden originar la fascitis plantar nos encontramos con deformidades en el pie como el pie plano o el pie cavo (alteraciones ambas del arco); el sobrepeso, que obliga a las extremidades a trabajar con sobrecarga, el uso de calzados inadecuados con suelas muy finas o demasiado planos o aquellas actividades laborales que requieren de largos periodos caminando o de pie, como por ejemplo los carteros, los empleados de logística o los reponedores de los supermercados.
¿Por qué se produce el dolor de pies y cómo podemos evitarlo?
"Normalmente no hay una causa única y suele ser una suma de estos factores lo que al final provoca el dolor. Dentro del tratamiento común, los traumatólogos empezamos con uno que llamamos 'conservador' y que se realiza con frío, reposo, antiinflamatorios, plantillas tipo talonera que descargan la zona dolorosa y la modificación del calzado. Si con ello no conseguimos la mejoría, se realiza uno rehabilitador que consta de ejercicios específicos y tratamientos complementarios como ondas de choque. Lo avalan varios estudios publicados que aseguran que hasta un 80-85% de los casos mejoran. En los restantes se valora entonces la cirugía", comenta la profesional.
La metatarsalgia es un dolor en la planta del pie a nivel de la almohadilla metatarsal. Muchas veces se acompaña de callos en la zona que hacen que el apoyo al caminar sea todavía más doloroso. "En nuestra experiencia el origen de esta patología suele encontrarse en alteraciones de la longitud o inclinación de los metatarsianos, sumadas en la mayoría de las ocasiones al uso de calzado incorrecto (sobre todo zapatos de tacón) y al sobrepeso corporal", revela. Además, Patricia comenta que es especialmente importante que los pacientes sean estudiados con un tipo de radiografía especial de los pies para ver bien como están apoyando sus huesos, pero igual de crucial es que los doctores en la consulta incidan en que se modifique el calzado que se usa y utilizar una plana no demasiado fina, además de aconsejar la pérdida de peso para que sus pies no tengan que cargar con kilos extra.
La mayoría de los dolores en los pies pueden mejorar con un cambio de calzado, la pérdida de peso corporal y el uso de plantillas
El estudio de rayos X permite diagnosticar deformidades que guía a los traumatólogos hacia el mejor tratamiento para el paciente. "El uso de plantillas ortopédicas hechas a medida es crucial. La persona que las necesite debe usarlas todo el tiempo que pueda. Siempre pongo el ejemplo de que son como las gafas, es decir, hay que usarlas todo el día y probablemente durante toda la vida porque si no es posible que se necesite una operación. Cuando decidimos realizarla, el objetivo que tenemos es alcanzar un pie en el que el apoyo sea lo más fisiológico posible", continúa.
"Podríamos decir que la mayoría de los dolores en los pies pueden mejorar sustancialmente con un cambio de calzado, la pérdida de peso corporal en casos de sobrepeso y el uso de una plantilla acomodativa pautada siempre por un especialista", concluye.
Juanetes y dedos en garra
En cuanto a las deformidades de los dedos, dentro de este grupo, la estrella es el juanete o hallux valgus. Aunque se han visto factores genéticos implicados en la aparición de esta patología, es el uso de calzado inadecuado una de las causas más frecuentes que llevan al paciente a sufrir esta deformidad. "Hemos visto que el uso de calzados con la punta muy estrecha y con mucho tacón favorecen su la aparición. De hecho, esta patología es mucho más frecuente en mujeres", explica Patricia.
"Imaginemos un pie al que se le obliga a entrar en un zapato muy estrecho y además le añadimos la sobrecarga en la parte delantera con el uso del tacón… es el caldo de cultivo perfecto. Como el resto de molestias del pie, usar calzado adecuado y una plantilla acomodativa en muchas ocasiones puede llegar a controlar el dolor del juanete y evitar o retrasar la necesidad de cirugía, ya que no se operan solo por la deformidad. Tiene que haber mucho dolor y que este cause limitaciones para la vida diaria", aclara.
En este grupo también se encuentran los dedos en garra, que son deformidades menores en las que estas partes del cuerpo se deforman y acaban presentando dolor en el dorso con callos por el roce con el calzado. "Para tratarlo, si la deformidad se puede corregir, es decir, si es flexible, se intenta el uso de moldes de silicona a medida que lo corrijan y reduzcan el roce junto con el uso de zapatos de horma ancha que no compriman el pie en su zona delantera. En casos en los que el dedo está rígido o duele a pesar del tratamiento de ortopedia es cuando pensamos en hacer cirugías", comenta la experta.