El ritmo frenético y el exceso de trabajo hacen que las mañanas sean un auténtico caos para muchos: llevar a los niños a la escuela, ir a la oficina o pasar por interminables atascos hace que muchas veces no haya tiempo suficiente para desayunar y llevar un buen ritmo al despertar. Por todo ello, muchos optan por tomar un café y salir de casa, y otros ni siquiera desayunan. Pero esto es un gran error: tomar un simple vaso de agua tras levantarse de la cama trae múltiples beneficios para la salud, y un ingrediente aumenta sus beneficios.
El gesto no lleva más de unos segundos, y puede suponer toda una diferencia en el día a día. Así, profesionales de la salud recomiendan beber un vaso de agua en ayunas para despertar al cuerpo y ayudarlo a limpiar toxinas, y para dar fuerza a este último efecto, un sencillo truco: añadir un pequeño trozo o chorro de limón al vaso.
Los beneficios de beber agua en ayunas
Antes de desayunar, tomar una pieza de fruta, un pequeño bollo o el clásico café, es recomendable beber un vaso de agua. Esto es así por cinco motivos.
- Beneficios para la piel. El agua aporta antioxidantes, y favorece mantener una dermis tonificada y elástica. El gesto ayuda a prevenir arrugas y el envejecimiento.
- Una mejor digestión. En el caso de las personas con problemas gástricos, siempre se recomienda mantener una buena hidratación -tales como la diarrea o la gastritis-.
- Beneficia a los riñones. Beber agua en ayunas ayuda a eliminar toxinas, y este efecto aumenta a añadir otro elemento: un trozo o chorro de limón. Al tener propiedades antibacterianas, el cuerpo se activa con mayor rapidez y elimina bacterias dañinas.
- Prevención de enfermedades. Al depurar y limpiar el cuerpo de bacterias perjudiciales, es más sencillo evitar distintas patologías.
- Aumento de la energía. Al activar el organismo el cuerpo se despierta más rápido, siempre sin descuidar el descanso y las horas de sueño.
La importancia de mantenerse hidratado
Una buena hidratación es esencial para mantener un buen estado de salud. Beber la cantidad adecuada de agua -siempre se puede alcanzar añadiendo comidas ricas en líquidos, como frutas o verduras-, permite una mejor regulación de la temperatura corporal. También evita problemas en articulaciones y dolores de cabeza y migrañas, entre otros muchos beneficios.