Las verduras son imprescindibles para una vida sana. Así lo aseguran los expertos que insisten en la importancia de incluir estos alimentos en la dieta diaria, para beneficiarnos de los numerosos nutrientes que aportan. Es el caso de las alcachofas, una de las hortalizas más populares de la temporada; el brócoli, considerada una de las verduras con mayor valor nutritivo; o los espárragos, uno de los ingredientes estrella de la primavera.
Y es que, aunque podemos encontrar este alimento ya en cualquier época del año, gracias a los invernaderos, las cámaras de frio y las conservas, la mejor época para consumir espárragos es durante los meses de primavera.
Tal y como señala la Fundación Española de la Nutrición, se cree que el origen de los espárragos está en las riberas del Tigris y el Éufrates; y dependiendo de la forma de cultivarlos pueden ser blancos o verdes: “Si se cubren con tierra y quedan a oscuras hasta el momento de cosecharlos serán blancos y si se dejan crecer de forma natural al aire libre y con luz del sol, se ponen verdes”.
Aunque con ligeras diferencias nutricionales, tanto los espárragos verdes como los blancos son una excelente forma de conseguir todos sus beneficios.
Gracias a sus propiedades, los espárragos ayudan a cuidar de la salud. Foto: Valeria_aksakova en Freepik
Las enfermedades que los espárragos ayudan a combatir
Con pocas calorías, ricos en fibra y con un bajo aporte de hidratos de carbono, los espárragos cuentan con un alto contenido en agua y, tal y como señala la FEN, son fuente de vitaminas C y E (aunque parte puede perderse durante los procesos de cocción); y de minerales como el potasio y el fósforo, sobre todo los verdes que además, son ricos en antioxidantes como b-caroteno y luteína.
Unas excelentes propiedades nutricionales gracias a las que ayudan a combatir algunas conocidas enfermedades y dolencias:
-Problemas digestivos: con una alto aporte de fibra y un ligero efecto laxante, los espárragos ayudan a mejorar la salud digestiva, favorece el tránsito intestinal y evita el estreñimiento.
-Retención de líquidos: al estar compuestos en su mayor parte por agua (94,7%), los espárragos tienen una importante función diurética por lo que facilitan la eliminación de líquidos y ayudan a limpiar el organismo de toxinas.
-Hipertensión: ricos en ácido fólico y betacarotenos, ayudan a prevenir enfermedades del corazón y, tal y como señalan los estudios, son eficaces para controlar los niveles de la tensión arterial.
Los espárragos ayudan a combatir algunas conocidas enfermedades. Foto: Freepik
-Hipercolesterolemia: como decíamos, gracias a su función diurética, los espárragos ayudan a eliminar las toxinas del organismo, incluidas las grasas, por lo que disminuyen los niveles negativos de colesterol.
-Obesidad: esta verdura es recomendada por los expertos para perder peso. No solo por su efecto diurético y por su bajo aporte de calorías (tan solo 18 por cada 100), gracias a su alto contenido en agua y fibra, crean sensación de saciedad, evitando comer entre horas.
-Favorece la función cognitiva: los espárragos tienen una alta dosis de ácido fólico, por lo que además de mejorar la salud de las mujeres embarazadas, tienen un buen efecto para el cerebro. Además, gracias a sus vitaminas, son eficaces para reducir los riesgos de padecer deterioro cognitivo.
-Insomnio: aunque recomendables para tomar en cualquier momento del día, consumidos durante la cena, los espárragos nos pueden ayudar a conciliar el sueño. Son ricos en triptófano, un aminoácido esencial que cumple un papel crucial en la producción de serotonina y melatonina, neurotransmisores que ayudan a conseguir un sueño reparador.
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