Si usas gafas y te has puesto la mascarilla te habrás dado topado con una nebulosa en tus ojos. Esto sucede al entrar las gafas en contacto con un vapor a una temperatura elevada, haciendo que se empañen.
No obstante, hay algunos trucos para seguir protegiéndonos del coronavirus y no por ello dejar de ver por la calle. Atento:
1) Hacerle un tratamiento anti-vaho a las gafas
Este tipo de tratamiento es usual en los profesionales de natación para evitar que se les empañen las gafas durante la competición. Consiste en convertir el vaho en pequeñas gotitas de agua evitando así la capa blanquecina que aparece en las gafas cuando se empañan. "El inconveniente es que las gafas tienden a ensuciarse más rápido por lo que no es recomendable cambiar el cristal sólo por ese motivo", aseguran desde la óptica GreyGlasses.
2) Lavarlas con jabón
Es el truco más efectivo y famoso para evitar que las gafas se empañen. Con una pastilla de jabón neutra convencional se pinta con cuidado la parte interna de la lente. A continuación, con una gamuza se extiende el jabón por toda la superficie.
3) Ajustarte más la mascarilla al rostro
Aunque todas las mascarillas pueden hacer que salga el vapor de aire hacia las gafas, el modo de colocarla puede influir para que se empañen más o menos. Intentar ajustar la mascarilla lo máximo posible al rostro y una vez conseguido, colocar las gafas sobre esta para que también haga presión. Así dejaremos salir la menor cantidad de aire posible.
4) Esparadrapo
Si lo hemos intentado pero aun así la mascarilla no se nos ajusta del todo, podemos pegar un trozo de esparadrapo para evitar que salga el aire. No es muy sexy pero sí que es efectivo. Y ojo, compra el esparadrapo en la farmacia, a ver si el remedio va a ser peor que la enfermedad y te acabe haciendo alguna herida al retirarlo.
Debes lavar más las gafas en época de coronavirus
Además de intentar que las gafas no se empañen, hemos de ser especialmente cuidadosos al ponérnoslas y quitárnoslas, pues podemos contagiarnos de coronavirus si hemos tocado una superficie infectada y luego nos llevamos las manos a la cara.
Asimismo, la propia gafa puede estar infectada al estar expuestas a agentes externos. Por ello, es fundamental que aumentes la higiene de las gafas.
Para lavarlas de forma correcta es necesario seguir estos cuatro pasos:
- Lavar las manos antes de tocar las gafas.
- Poner una gota de jabón suave de manos en cada lente (evitar jabones desengrasantes concentrados que puedan dañar las propiedades y tratamientos de las lentes).
- Con la yema de los dedos limpiar la parte externa e interna de la lente, sin olvidar la montura. Terminar con las patillas y las plaquetas o almohadillas de la nariz.
- Enjuagar bien con agua el jabón sin que quede ningún resto y secar las gafas con un paño de algodón que no suelte partículas ni pelusas.