Aunque la ciencia avanza para el cuidado de la salud, no debemos olvidar que también existen numerosos alimentos que ayudan a combatir enfermedades. Es el caso del superalimento que actúa como antibiótico natural, regula el azúcar y baja el colesterol; o los ingredientes que mejoran la vista y ayudan a detener la presbicia. Pero además, queremos hablarte de la miel, un producto natural apreciado por su sabor dulce y sus propiedades nutricionales.
Consumida desde la antigüedad, la miel se compone principalmente de hidratos de carbono, principalmente glucosa y fructosa, que la convierten en una gran fuente de energía, que también contiene cantidades de nutrientes.
Así lo apuntan desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que señala que la miel “es un alimento nutritivo, saludable y natural producido por las abejas. Sus propiedades benéficas van más allá del uso como dulcificante, ya que es rico en sales minerales, enzimas, vitaminas y proteínas que le donan propiedades nutritivas y organolépticas únicas”.
Denominada ‘el oro líquido de los dioses’, la miel ha sido apreciada a lo largo de los siglos por sus propiedades terapéuticas. Tal y como apunta la Fundación Española de la Nutrición, “el médico griego Hipócrates, padre de la medicina, la recetaba para tener mayor longevidad”. Y es que, según aseguran, este dulce alimento ayuda a combatir numerosas enfermedades.
Las enfermedades que la miel ayuda a combatir
La miel es rica en antioxidantes, que combaten los radicales libres y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Pero también contiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antimicóticas, por lo que ayuda contra las infecciones y fortalece el sistema inmunológico.
Así, además del uso gastronómico, la miel es recomendada por los expertos para combatir y aliviar molestias y enfermedades como estas:
-Enfermedades cardiacas: la miel es rica en antioxidantes, y tal y como señalan investigadores de la Universidad de Toronto, Canadá, mejora los factores de riesgo que provocan una mala salud cardiometabólica, incluidos los niveles de azúcar y colesterol en la sangre.
-Infecciones respiratorias: según los expertos, la miel puede ser beneficiosa para tratar infecciones de las vías respiratorias y para aliviar el dolor de garganta. Además, es uno de los remedios naturales más conocidos y eficaces para combatir la tos. Según un estudio, este ingrediente podría ser tan eficaz como el dextrometorfano, un ingrediente común para aliviar esta molestia.
-Enfermedades gastrointestinales: la miel es un alimento prebiótico que ayuda a mantener la flora intestinal. Además, según apuntan desde Mayo Clinic, “la evidencia sugiere que la miel podría ayudar a prevenir los trastornos del tubo gastrointestinal, como la diarrea relacionada con la gastroenteritis”. También “podría ser eficaz como parte de una terapia de rehidratación oral”.
-Enfermedades bucales: los estudios señalan que la miel ayuda a proteger los dientes, ya que combate las bacterias que causan las caries. Además, es útil para el tratamiento de problemas bucales como las aftas, la estomatitis o la enfermedad periodontal.
-Insomnio: este alimento contiene triptófano, un aminoácido que estimula la melatonina, que regula el sueño y la serotonina. Por ello, tomar miel por la noche puede ayudar a descansar y a combatir el insomnio.
-Enfermedades neurológicas y ansiedad: tal y como apuntan desde Mayo Clinic, “las investigaciones sugieren que la miel podría tener beneficios antidepresivos, anticonvulsivos y contra la ansiedad. En algunos estudios se ha comprobado que ayuda a prevenir los trastornos de la memoria”.
-Enfermedades y problemas de la piel: a la miel se le atribuyen propiedades antibióticas, por lo que es un excelente antiséptico para las lesiones de la piel. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, alivia la irritación y calma los eczemas. También puede ser eficaz para curar quemaduras y combatir acné, alergias y dermatitis.