Llega la Navidad y parece que todo el mundo tiene la obligación de estar alegre y feliz, y cuanto más se empeña la gente en hacer sonreír a los que no lo hacen, éstos peor lo llevan. Estas fechas no son alegres para todos, ya que traen consigo la melancolía, a veces incomprensible, que puede convertirse en un verdadero odio hacia las fiestas.
Pero ¿por qué aparece esta melancolía? ¿Se puede remediar? ¿Es posible amar la Navidad aunque en realidad la odiemos?
El 79% de españoles odia la Navidad
Las razones de la melancolía pueden ser diferentes y variar de persona a persona, pero lo cierto es que en muchos casos es el recuerdo de lo que ha sido y ya no será es lo que hace que estos días sean insoportables. Las vacaciones de Navidad traen consigo la dicotomía alegría y dolor.
La melancolía es la razón de que el 79% de los españoles odie la Navidad, según una encuesta
La alegría de los momentos compartidos que nunca volverán, la conciencia del tiempo que pasa, los asientos vacíos en la mesa de los que ya no están con nosotros... Además, con la distorsión de la rutina emergen todas las melancolías, que suelen olvidarse en el día a día, y generan una sensación de vacío. Es lo que se conoce como 'salir de la rueda y toparse con la realidad'.
Esta melancolía es la razón de que el 79% de los españoles odie la Navidad, según una encuesta realizada por Mundo Psicólogos. Y sólo el 21% de los encuestados dice que las fiestas le transmiten alegría. Además, el 82% piensa que los regalos son puro consumismo, y el 18% que son la parte más bonita de las navidades. A pesar de esta visión poco feliz de la Navidad, sólo el 22% considera que es la fiesta de los niños.
Tener que estar con personas que no queremos ver
En Navidades te ves obligado a tener comidas y cenas con personas con las que ni siquiera tomarías un café. El clásico: "Nos vemos antes de Navidad, ¿verdad?". Y uno se pregunta: "Chico, pero si no nos hemos visto en todo un año, ¿por qué ahora? ¿Qué necesidad tengo yo?". Y sin embargo, acabamos yendo, porque estas fiestas son un hito y, como tal, nos llevan a perseguir un cierre de año, para estar listos para comenzar el nuevo.
No hay nada realmente necesario, se trata de una convención social compartida, y hay que vivirla libremente y de acuerdo con lo que quieras.
Consejos para superar la tristeza durante las Navidades
Los expertos de Mundo Psicólogos nos dan unas claves para que, los que odiamos estas fechas, las llevemos lo mejor posible:
- Salir de casa. Si quedarse en casa durante las vacaciones aumenta la sensación de melancolía, ¿por qué no encontrar una solución alternativa y divertida que nos permita estar bien?
- Dedicar un tiempo limitado a compromisos formales. Establece un límite. Evalúa cuánto puedes soportar y aprende a rechazar invitaciones que no te interesan.
- Recompensar tu resistencia. Es importante reconocer el mérito del sacrificio y recompensarse por una buena gestión de los deberes navideños.
- Rechazar sin sentirte culpable. En algunos casos un buen "no" liberador es necesario. No hay que temer el no participar en los eventos a los que asististe hasta el año anterior.
- No está tan mal, trata de ver el lado bueno de las situaciones. Si en cambio creemos que al final participaremos, tenemos que encontrar el lado positivo y la belleza de pasar tiempo con personas que vemos poco pero que, sin embargo, son parte de nuestra vida desde siempre.
- Hacer ejercicios de yoga o relajación. Encuentra tiempo para no sucumbir a los eventos, buscando momentos para recuperar el contacto contigo mismo y eliminar las tensiones acumuladas.
- Hacer algo socialmente útil. En lugar de participar en comidas y cenas que no nos interesan, una excelente alternativa es ayudar a los más necesitados, por ejemplo en el comedor social, en las calles o en los hospitales.
- Tomarte tiempo para ti. Durante las vacaciones todo se para, pero nadie dice que tengamos que usar el tiempo deba como sugiere la práctica navideña. Es el momento perfecto para aprovechar este estancamiento general a tu favor y finalmente dedicarte a lo que más te gusta, en total libertad.
- Piensa que se acaban rápido.
Y esto es todo, lector. Si estás leyendo esto es porque odias la Navidad. Pff, quien escribe también. Mucho ánimo, que enseguida se acaban.