La plancha, ese electrodoméstico que nos ayuda a mantener nuestra ropa impecable y presentable. Sin embargo, como cualquier aparato electrónico, no está exento de percances. Uno de los más fastidiosos es la temida quemadura en la placa. Si te ha pasado que vas a planchar una camisa y, al deslizar la plancha, te encuentras con una mancha negra quemada que arruina todo. Este problema es más común de lo que se piensa y tiene una solución sencilla y rápida que te salvará la vida (o al menos, la ropa).
Ya no hace falta que uses esos métodos tradicionales que requieren de mezclas complicadas o productos caros. Para poner en práctica este truco solo necesitarás: una aspirina, ese analgésico que todos tenemos en casa, esconde un poder secreto, su ácido acetilsalicílico es un excelente removedor de manchas quemadas, unas pinzas y un paño limpio.
¿Cómo hacerlo?
- Enchufa la plancha. Suena extraño, pero el calor ayudará a ablandar la mancha quemada y facilitará la acción de la aspirina.
- Coge la aspirina con las pinzas. Usa las pinzas para no quemarte y ten cuidado de no quemarte.
- Frota la aspirina sobre la mancha quemada. Hazlo con movimientos circulares y presionando un poco. Verás cómo la mancha empieza a disolverse.
- Pasa un paño limpio para eliminar los restos. Una vez desconectada la plancha, déjala enfriar y pasa un paño limpio y seco para eliminar cualquier residuo de aspirina.
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Consejos adicionales
- Si la mancha quemada es muy resistente, puedes repetir el proceso una o dos veces más.
- Para evitar que la plancha se queme en el futuro, recuerda leer las instrucciones del fabricante y planchar siempre sobre una superficie adecuada.
- Limpia la plancha con regularidad para eliminar los restos de suciedad que puedan adherirse a la suela.