Bienestar

Qué es la fagofobia, por qué sucede y cómo tratarla

El extraño trastorno tan solo afecta a una de cada 500 personas

  • Niña comiendo -

En lo que va de 2024, más de 360 personas han fallecido por ahogamiento en España. Pero perder la vida en el mar, ríos o piscinas no es la única forma de morir ahogado. Cada año miles de personas mueren por atragantamiento. Un último caso conmociona a la población de Peñaranda de Bracamonte, en Salamanca. Un jóven de 37 años ha perdido la vida tras atragantarse con una banderilla mientras celebraba un cumpleaños en un bar de la localidad. A pesar de llamar rápidamente a los servicios de emergencia y de tratar de reanimalo, nada se pudo hacer por Ismael, integrante de la Cofradía Virgen de la Esperanza, donde se han mostrado muy afectados.

Varios amigos comiendo una hamburguesa

Este tipo de sucesos suponen el mayor miedo de los pacientes y personas que sufren fagofobia. Se trata de un trastorno poco habitual que tan solo afecta a una de cada 500 personas. Más que una enfermedad física, se trata de un problema psicológico que debe ser tratado por profesionales para conseguir una mejora en quién lo sufre. Se caracteriza por el miedo irracional o exagerado a atragantarse, por lo que la alimentación y el día a día de estas personas se convierte en todo un reto y se ve completamente condicionado.

Causas de la fagofobia

Los profesionales de la salud afirman que no hay un motivo concreto o causa exacta del surgimiento de la fagofobia, pero sí hay algunas teorías al respecto. Entre las posibles causas destacan tres: las experiencias negativas en el pasado es una de ellas. Haber visto a alguien atragantarse, haberse visto envuelto en una situación de emergencia o incluso haberlo vivido en primera persona puede provocar un miedo irracional o un trauma. Así, hay otras dos posibles causas de las que hablan los profesionales.

Fobia a la muerte. En este caso la ansiedad o miedo no tienen su origen en el atragantamiento, sino en la muerte en sí. Considerar la actividad de comer e ingerir alimentos como algo con riesgo mortal hace que estas personas puedan evitar ingerir alimentos sólidos.
Fobia a la pérdida de control. La fagofobia también puede ser el resultado de evitar la pérdida de control sobre el cuerpo o las situaciones. 

Así, estas personas ven su día a día completamente condicionado. Además de variar sus hábitos y rutinas, la fagofobia también tiene un fuerte impacto sobre la salud. Entre las consecuencias más destacadas se encuentra la desnutrición -debido a la baja calidad de la alimentación-, el aislamiento social y la depresión, entre otras. Además, hay otro tipo de repercusiones, tal y como informan doctores y profesionales de la salud. Estos son algunos de ellos:

Evitar ciertos alimentos o situaciones sociales.
• La aparición de ansiedad o estrés ante situaciones que impliquen beber o comer.
• Problemas en las relaciones interpersonales.
Los problemas de salud mental, como la aparición de ansiedad generalizada, es uno de los más frecuentes entre las personas que sufren fagofobia. Salir a comer o a 'tomar algo' es uno de los planes más frecuentes, sobre todo en España, donde la cultura del tapeo está de lo más instaurada. Pero también es posible tratar este trastorno, siempre de la mano de un profesional, que guiará y adaptará la terapia al paciente según el origen de su miedo y sus circunstancias. 

Tratamientos

Además de acudir a terapia, algunos hábitos o actividades pueden ayudar a superar este trastorno. El primero de ellos y más básico es educarse sobre la fagofobia, comprender cómo funciona y tratar de entenderlo mejor puede ser una buena manera de reducir el miedo y la ansiedad. De igual forma, buscar desensibilizarse gradualmente exponiéndose poco a poco a alimentos que dan miedo o situaciones es otra manera de superarlo, siempre teniendo en cuenta que se trata de una carrera de fondo y que llevará tiempo.

Pareja comiendo y tomándose un café

Las prácticas de relajación, como realizar técnica de respiración profunda, meditación o yoga pueden ayudar a manejar la ansiedad, la tensión y el miedo, que en esencia son los motivos de este temor a alimentarse e ingerir comida y bebidas. Finalmente, hablar del problema, buscar ayuda y practicar habilidades sociales también es esencial. Aunque también es importante destacar algo: los profesionales advierten de la importancia de masticar bien y cortar los alimentos de forma adecuada, sobre todo los que presentan especiales riesgos, como las salchichas.

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