Mantener un estilo de vida saludable implica cuidar numerosos factores: tener una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico a diario -o de la forma más habitual posible-, cuidar las horas de sueño y el descanso, y dar el espacio y la importancia que merece a la salud mental son algunos de ellos. De igual forma, a pesar de tomar este tipo de medidas y cuidados, con el paso del tiempo comienzan a aparecer otro tipo de problemas de salud ligados a la edad. En esta línea, los problemas cardiovasculares son algunos de los que más preocupan debido a sus posibles graves complicaciones. Así, estudios y profesionales alertan sobre una enfermedad que afecta a cerca del 30% de los mayores de 60 años, pero, ¿qué enfermedad es, cómo se comporta y cuáles son sus síntomas?
Las mujeres deben estar especialmente atentas a las señales a la hora de identificar un problema cardiovascular, sobre todo en el caso de tratar de reconocer un infarto. Esto es así ya que algunas de sus señales son más comunes entre ellas que entre los hombres, algo que no significa obligatoriamente que se trate de un paro cardíaco. Entre ellas se encuentra el dolor en el pecho y la dificultad al respirar. Aun así, este no es el problema del que hablan los científicos. El 28% de los sujetos analizados en un reciente estudio de la universidad inglesa de East Anglia lo confirma: la enfermedad de las válvulas cardiacas afecta a un mayor número de mayores del que se esperaba, y es necesario mantenerla vigilada para evitar posibles complicaciones.
La enfermedad de las válvulas cardiacas
Antes de hablar de los síntomas que presenta la patología para poder tratar de identificarla, es necesario aclarar en qué consiste. El corazón cuenta con cuatro válvulas, encargadas de que la sangre fluya en la dirección correcta a través de este órgano y pase al resto del cuerpo. Si una de ellas no se abre o cierra correctamente, el flujo de sangre puede sobrecargar el corazón, o incluso provocar que esta circule en la dirección opuesta. Y este no es el único problema: los investigadores alertan de que más de una cuarta parte de aquellos que sufren este problema son personas sanas y asintomáticas.
"Nuestros hallazgos mostraron que más de un 28 por ciento de esos adultos tenían alguna forma de enfermedad de las válvulas cardiacas, aunque tranquilizadoramente solo fue leve en la mayoría de los casos", señalaba el investigador y profesor clínico Vassilios Vassiliou de la universidad de Reino Unido. "Los datos también indicaron que la edad era el factor principal asociado con estos problemas de las válvulas cardiacas, lo que significa que cuanto mayor es una persona, más altas son sus probabilidades de tener un problema valvular significativo", ha añadido. Además, los investigadores hablan de posibles señales que pueden servir de alerta para acudir al médico y descartar el padecimiento de la enfermedad.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en el pecho.
- Debilidad y mareos.
- Fatiga.
- Tobillos y pies hinchados.
- Palpitaciones en el pecho o en el cuello.
Asimismo, es necesario realizar más estudios para determinar la prevalencia de la patología entre los más mayores, así como para mejorar los métodos de detección y control de la enfermedad.
El mayor reto: el diagnóstico
Tal y como han informado los expertos, el mayor reto es conseguir diagnosticar el problema de forma adecuada. El diagnóstico de la enfermedad valvular depende en gran medida de los exámenes de ultrasonido cardiaco, pero "normalmente solo se llevan a cabo si se reportan síntomas o si se escucha un soplo inusual durante un examen físico", ha afirmado el profesor. Esto se debe a que "los síntomas leves podrían quedar enmascarados por una reducción de la actividad física y una movilidad deficiente".
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