La primera impresión de Bocairent deja al viajero con la boca abierta. Y es que la panorámica del pueblo, recostado sobre el cerro resulta espectacular. Un paseo por su casco histórico nos hará viajar en el tiempo para conocer la herencia musulmana de unas calles empedradas, con rincones encantadores, con plazoletas salpicadas de macetas.
El pueblo de Bocairent.
Bocairent es perfecto para una escapada con niños, para jugar a la gincana digital diseñada para conocer el patrimonio cultural en familia. Accediendo a “El legado de Bocairent” a través de la aplicación, nos proponen un recorrido por el barrio medieval planteándonos una serie de enigmas que debemos ir resolviendo para avanzar hasta el final del juego y descubrir cuál es el tesoro más valioso del pueblo.
Es una delicia pasear por el barri, como llaman los autóctonos al caso histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, por esa arquitectura medieval que conserva el trazado propio árabe y donde nos sorprenden hasta diez fuentes y tres bellas ermitas: Sant Joan, Mare de Déu dels Desemparats y Mare de Déu d’Agost.
El barri.
Un paseo por el casco histórico de Bocairent nos hará viajar en el tiempo para conocer la herencia musulmana de unas calles empedradas, con rincones encantadores y plazoletas salpicadas de macetas
En la parte más alta del casco antiguo podemos visitar la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y su museo.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Una de las curiosas sorpresas que esconde Bocairent y que lo hacen atractivo tanto para pequeños como para mayores son las "Covetes dels moros", unos orificios artificiales horadados en la piedra, como bocas abiertas en la montaña, que pueden explorarse ya que están conectadas por estrechos pasadizos.
Estas cuevas, excavadas hace siglos en el barranco de la Fos han suscitado numerosas interpretaciones a lo largo del tiempo. Se pensó que eran cámaras sepulcrales de épocas antiguas e incluso cenobios visigóticos. Hoy sabemos que eran graneros, un modelo para almacenar que venía del norte de África y que realizaron las comunidades campesinas de ascendencia bereber en la época andalusí.
Covetes dels moros.
Bocairent es la puerta de entrada a la Sierra de Mariola, un parque natural que deleita a los amantes de la naturaleza con paisajes de montañas, fuentes de agua cristalina, como la Font de Mariola y vegetación mediterránea. Ofrece la posibilidad de realizar diversas rutas y asomarse a miradores espectaculares.
Podemos alcanzar la cima y conocer las cavas de hielo, una especie de pozos donde se guardaba el hielo durante el invierno para abastecer en épocas de calor a los pueblos de los alrededores.
Bocairent es la puerta de entrada a la Sierra de Mariola, un parque natural que deleita a los amantes de la naturaleza con paisajes de montañas, fuentes de agua cristalina y vegetación mediterránea
Y es que el frío de este enclave de interior nos acerca a uno de los sellos de Bocairent: sus mantas, que hasta tienen como homenaje una escultura a la entrada del pueblo. Hechas con paños de lana suave y cálido son una tradición -Felipe II otorgó el título de Real Fábrica de Paños a Bocairent-estas mantas pueden convertirse sin duda en un gran suvenir.
Interior de las cuevas.
Pero la visita no está completa si no probamos la gastronomía local. Platos típicos, como la pericana, que lleva pimiento seco, tomate seco, ajo y aceite de oliva virgen extra, o platos de cuchara contundente para paliar el frío como las olletas, guisos con alubias verduras y carne, o el gazpacho de la Mariola, hecho con carne de caza y pollo, con setas, caracoles, tortas de gazpacho y pebrella, una especie autóctona de la sierra de Mariola, que le da nombre al plato. Acompañarlos con un vino de la región será una sabia decisión.
En cuanto a los dulces, es fácil rastrear la deliciosa influencia que dejaron los árabes. Y para acompañarlos, nada mejor que el herbero, un licor tradicional elaborado a base de anís aromatizado con diferentes hierbas de la Sierra.
Y es que en Bocairent, la naturaleza se disfruta y se paladea. La cultura se vive.
Ahora además, visitando la webcam de Bocairent situada en la Plaza del Ayuntamiento, en un punto clave de su centro histórico, podemos asomarnos y ver imágenes de sus calles en tiempo real.
