Los factores de riesgo cardiovascular son los que se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular: colesterol, diabetes, hipertensión, tabaquismo, herencia genética, estrés, obesidad y la frecuencia cardiaca, según recuerda la Fundación Española del Corazón.
Así, la obesidad es una enfermedad, pese a la creencia popular de que estar gordito es sinónimo de salud. Se habla de obesidad cuando en la composición corporal de una persona el componente graso excede en un 20% los estándares de referencia. En concreto, en la población adulta la obesidad se tipifica en aquellas personas cuyo índice de masa corporal o IMC (peso en kilogramos dividido por la talla en metros al cuadrado) supera el valor de 30.
“La obesidad es un verdadero problema de salud, que causa un deterioro en el organismo, lento y progresivo. Aunque muchos pacientes obesos pueden sentirse aparentemente sanos y no manifestar ningún problema de salud en fases iniciales, la obesidad sana no existe como tal”, subraya en este sentido la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO).
El exceso de peso es el factor de riesgo de enfermedad cardiovascular más prevalente
El problema que estamos viviendo hoy en día es que además que la obesidad se está convirtiendo en epidemia, y son cada vez más las personas que sobrepasan el peso que deberían tener, según advierte el doctor Camilo Castellón Pavón, cirujano de la Unidad de Cirugía Bariátrica del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid), quien también alerta del importante aumento en los últimos años de la prevalencia de exceso de peso en nuestro país, ya que, según datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “actualmente en España casi el 40% de la población española tiene sobrepeso, y el 21,6%, obesidad”.
Asturias, Galicia y Andalucía son, por este orden, las comunidades autónomas con mayor índice de sobrepeso y de obesidad, según precisa; y a nivel de la UE, España está por detrás de Reino Unido, la República Checa y de Grecia.
Los problemas de salud de los obesos
En este sentido, el doctor Alejandro García Muñoz-Najar, coordinador de la Unidad de Cirugía Bariátrica del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid, destaca que los obesos tienen menos calidad de vida, a la par que una esperanza de vida más corta.
Por su parte, el doctor Carlos Ferrigni González, también cirujano de la Unidad de Cirugía Bariátrica del citado hospital madrileño, resalta que, ya que la obesidad por sí misma es un factor de riesgo cardiovascular, a ella también se asocian diferentes patologías como la diabetes, la hipertensión arterial, la dislipemia, el síndrome de apnea del sueño, la esteatosis hepática y el reflujo gastroesofágico, entre otras.
La detección precoz de los pacientes candidatos a cirugía de la obesidad mejora también el factor cardiovascular asociado a esta patología
“Estudios epidemiológicos han demostrado que la obesidad es un factor de riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares, incluidas la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardíaca, la fibrilación auricular, las arritmias ventriculares y la muerte súbita. También se la considera factor causal de hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad articular degenerativa, apnea obstructiva del sueño (AOS), dislipemia, reflujo gastroesofágico, hígado graso no asociado a alcoholismo, y muchas formas de cáncer”, alerta la SEC.
De hecho, García Muñoz-Najar subraya que el exceso de peso es el factor de riesgo de enfermedad cardiovascular más prevalente, y ciertamente el factor que menos mejora en sujetos con enfermedad cardiovascular establecida. “Diversos estudios han demostrado que la obesidad podría causar también enfermedad cardiovascular mediante otros mecanismos como inflamación subclínica, disfunción endotelial, aumento del tono simpático, perfil lipídico aterogénico, factores trombogénicos y apnea obstructiva del sueño”, añade la SEC en este sentido.
La importancia de la detección precoz del paciente
En consecuencia, el coordinador de la Unidad de Cirugía Bariátrica del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid defiende que la detección precoz de los pacientes candidatos a cirugía de la obesidad mejora también el factor cardiovascular asociado a esta patología.
García Muñoz-Najar considera así que el manejo hoy día de la obesidad es un “reto”, siendo los cambios de estilo de vida o los agentes farmacológicos los responsables de un pequeño efecto sobre la pérdida de peso, aunque no menos importantes, ya que no previenen la recurrencia. “Se ha probado que la cirugía bariátrica es un medio efectivo y seguro para inducir y mantener una pérdida de peso significativa, pero su uso está limitado sólo a pacientes con obesidad clínicamente complicada o con obesidad mórbida”, añade.
A su juicio, por eso hay que insistir en que el ejercicio físico adecuado a la edad y mantener unos hábitos nutricionales sanos, representan el pilar fundamental para reducir la incidencia del sobrepeso y de la obesidad, así como asociar campañas de educación para reducir hábitos poco saludables como el tabaquismo, la ingesta excesiva de alcohol o el consumo de drogas.
A la hora de proceder a una intervención quirúrgica de la obesidad (cirugía bariátrica), este experto precisa que debe recomendarse una operación de obesidad en todos aquellos pacientes con un IMC mayor de 40; y además en pacientes con IMC entre 35 y 39 que padezcan síndrome metabólico (diabetes del adulto, hipertensión o hiperlipemia) u otras patologías, ya que la obesidad agrava su evolución o pronóstico de forma relevante (síndrome de apnea del sueño, patología pulmonar o cardíaca, osteoartritis, accidentes vasculares cerebrales, , enfermedades reumáticas, entre otras).