Osteoporosis significa ‘hueso poroso’. Es una enfermedad sistémica que se caracteriza por una pérdida mineral ósea progresiva, que hace que los huesos sean cada vez más frágiles, originando cambios en la arquitectura ósea. Esto deja al hueso vulnerable frente a una fractura, después de un trauma, o sin necesidad de él. Las más frecuentes son las de las vértebras, las de cadera, y las de antebrazo.
Las fracturas aumentan con la edad y suponen una causa importante de morbi-mortalidad en los ancianos. En concreto, cerca de 3 millones de personas la padecen en España, la mayor parte mujeres, según datos de la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR). En concreto, el 30% de éstas sufren osteoporosis después de la menopausia.
Fracturas de cadera
“Las fracturas más graves son las de cadera. La mayor parte de ellas requieren de una delicada y costosa operación quirúrgica que no asegura la perfecta recuperación del paciente. Un 20% de los pacientes que han sufrido una fractura de cadera fallecen en los 6 primeros meses. Del resto, muchos quedan parcialmente inválidos y requieren de cuidados especiales”, subraya en este sentido AECOSAR.
Mientras, la columna vertebral es el sitio más común de fractura osteoporótica. “De hecho, las fracturas de compresión vertebral aparecen en un 25% de las mujeres entre 70 y 79 años, y en más del 50% de las mujeres con más 80 años. En el caso de los hombres esto es excepcional”, según aclara el jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital La Luz (Madrid), Francisco Villarejo.
En España hay más de 90.000 personas que sufren fracturas de compresión vertebral, una enfermedad que provoca la pérdida de la altura de los cuerpos vertebrales y de los discos
Este especialista alerta de que, concretamente, las fracturas vertebrales por osteoporosis causan una gran incapacidad y dolor, así como deformidad de la columna vertebral. “En España hay más de 90.000 personas que sufren fracturas de compresión vertebral, una enfermedad que provoca la pérdida de la altura de los cuerpos vertebrales y de los discos y, posibilita la aparición de nuevas fracturas. Una fractura de este tipo debe ser tratada lo antes posible para evitar todos estos síntomas”, advierte este especialista.
Síndrome de Cushing
Por otro lado, indica que, entre las causas secundarias de osteoporosis, se encuentran enfermedades como el ‘hipercortisolismo’ o ‘síndrome de Cushing’, un exceso de la hormona cortisol; el hiperparatiroidismo o hipercalcemia, un exceso de la hormona paratiroidea; el abuso del alcohol; y períodos prolongados de inmovilización.
El doctor Villarejo, eso sí, menciona que existen hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso, tales como: una adecuada ingesta de calcio, que varía en función de la edad, y que puede realizarse a través de una alimentación rica en calcio (sobre todo leche y derivados); el ejercicio físico; y no fumar. Aquí recuerda que la vitamina D es una sustancia fundamental para el hueso, cuyas necesidades diarias se consiguen cuando se recibe la radiación solar.
Elastoplastia: técnica para vértebras rotas
No obstante, tal y como recuerda la Sociedad Española de Reumatología (SER), a la osteoporosis se la conoce como la ‘epidemia silenciosa’ porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan las fracturas. Por ello, seguir las anteriores pautas puede estar muy bien, aunque también puede ser ya tarde una vez que se haya producido la fractura.
Villarejo precisa de esta forma que hace años el tratamiento de las fracturas vertebrales por osteoporosis era inmovilizar al paciente en un lecho de escayola. Posteriormente, dice que se desarrolló la ‘vertebroplastia’, una inyección de un cemento a través de la piel para evitar el dolor, y estabilizar la vértebra fracturada. Después, señala que se introducía un balón que se inflaba para elevar la parte superior de la vértebra hundida, se retiraba una vez desinflado, y se rellenaba el hueco creado con el cemento referido anteriormente.
La intervención se hace en quirófano con anestesia general, dura aproximadamente 20 minutos
A su vez, para tratar las fracturas vertebrales también se han empleado diversas técnicas como colocar stents metálicos y rellenarlos de cemento, así como la radiofrecuencia.
Sin embargo, destaca que hace poco tiempo se desarrolló una nueva sustancia, una especie de silicona flexible y elástica, llamada ‘VK100’, que al ser inyectada en las vértebras fracturadas causa un alivio inmediato y significativo del dolor, estabilizando la vértebra fracturada, y evitando el surgimiento de nuevas fracturas en las vértebras adyacentes.
La inyección se hace lentamente para evitar complicaciones menores
“La intervención se hace en quirófano con anestesia general, dura aproximadamente 20 minutos, y la inyección es percutánea mediante dos agujas”, celebra el especialista, quien describe que la técnica consiste en visualizar en primer lugar en una pantalla de rayos X cómo se va distribuyendo el producto de silicona por el cuerpo vertebral.
“La inyección se hace lentamente para evitar complicaciones menores. Cada vértebra, dependiendo del tamaño y del grado de la fractura, admite una cantidad diferente de silicona, que varía entre 4-8 centímetros cúbicos. Una vez confirmada la buena distribución de la sustancia inyectada, se retiran las agujas, y se da un punto de sutura, aunque la mayor parte de las veces no es necesario", indica el doctor Villarejo.
Así, el paciente es dado de alta a las 24-48 horas con una faja blanda, y puede incorporarse a su vida normal a los 7 días. Otra de las ventajas de esta novedosa técnica contra la fractura vertebral causada por osteoporosis es que se evita el corsé rígido, y la inmovilidad de los pacientes, así como el dolor y las limitaciones de la actividad normal.