La relación entre Iñaki Alegría y Etiopía comenzó como un voluntariado de tres meses, cuando el recién licenciado doctor llegó a un pueblo con necesidad de ser atendido y querido. Aunque pronto se consolidaría en el tiempo.
El doctor Alegría, que trabaja en Etiopía, no entiende su labor como cooperación, sino que entiende que desarrolla su trabajo allí donde más falta hace. “Me fui como médico, no como cooperante. Soy un pediatra que trabaja en África porque hace falta. Hay una diferencia muy clara que la gente no la ve, pero que es evidente. Yo trabajo como médico y si en lugar de estar aquí estuviese en EE.UU no dirían que soy cooperante”.
"En África puedes pasar de la alegría más maravillosa a la tristeza más profunda en cuestión de segundos"
Un blog terapéutico
Después de licenciarse y de hacer su residencia en Pediatría en el hospital de Granollers (Barcelona), se fue a África y aterrizó en Gambo, una zona rural y muy pobre de Etiopía y se topó de bruces con el sufrimiento: “En África puedes pasar de la alegría más maravillosa a la tristeza más profunda en cuestión de segundos”, escribió el joven pediatra en su diario de viaje.
Ese diario, llamado Cooperación con Alegría es ahora un blog terapéutico: “Gambo y sus gentes iban a cambiar mi vida -continuaba-. Cuando les pones nombre propio a los niños que mueren de hambre no puedes permanecer indiferente”, indica Iñaki.
Después de esta estancia, Iñaki volvió a Barcelona, tras esos meses de voluntariado en Gambo, con dolor de alma pero con la esperanza de conseguir medios para logar que los niños no llegasen a ese estado de desnutrición avanzada creó la ONG Alegría sin Fronteras y, tras especializarse en Pediatría Tropical regresó al continente africano para seguir ayudando a los demás.
En esta ocasión, aterrizó en Angola para trabajar en el hospital de Nuestra Señora de la Paz, y allí aprendió a operar con pocos recursos a la vez que iba empapándose de la cultura y tradiciones de los lugareños.
"Estoy creando un gran equipo local, capaz de gestionar el hospital sin mi ayuda. Es mi máxima prioridad"
En su relación con el continente africano, Alegría reconoce la importancia de la Beca de Cooperación en Salud que le concedió en 2014 la Fundación Mutua Madrileña porque “fue como la primera semilla, como el empujoncito que me colocó en el punto de partida de un maravilloso viaje del que nunca he regresado”. El resto es esfuerzo y dedicación por seguir ayudando y avanzando, por conseguir que las madres no se mueran en los partos, que no haya esas desigualdades que provocan la muerte de tantos niños inocentes.
Director médico
A Alegría le acabaron ofreciendo, después de dos años en el hospital de Meki (muy próximo a Gambo), ser director médico del hospital de Gambo, dirigido por los misioneros de la Consolatta -la iglesia católica de Etiopía-. “Pasé de voluntario a director y a buscar, desde dentro, soluciones para garantizar su continuidad. Ahora, después de cinco años en el cargo, estoy creando un gran equipo local, capaz de gestionar el hospital sin mi ayuda. Es mi máxima prioridad. Y lo estamos logrando. Además de la ayuda humana y económica que obviamente necesitamos (conseguida gracias a microdonaciones, aportaciones de profesionales del Hospital de Granollers, beneficios de mi libro “Alegría con Gambo”...) que el personal formado sea etíope es fundamental. También es una manera de demostrar que los blancos no somos los salvadores del mundo y de poder dedicarme a nuevos proyectos”, asegura Iñaki Alegría.
“Si sigues el camino de tu corazón, la vida que deberías estar viviendo es la que estás viviendo”
Y lo está logrando. El proyecto ha ido creciendo en estos años y actualmente cuenta con el Hospital de Gambo, más 10 Centros de Salud en los alrededores de Gambo y 40 Dispensarios. Y, según cuenta Iñaki, “tanto en el hospital como en la mayoría de los Centros de Salud, hemos conseguido cribar el 100 por 100 de los niños y niñas que acuden, dato que nos tiene muy contentos ya que es muy importante para detectar cuanto antes la desnutrición y poder iniciar el tratamiento lo antes posible. Y también nos demuestra que ofrecer formación da muy buen resultado. Así que seguiremos organizando cursos y sesiones de sensibilización sobre nutrición y cuidados para que las madres que traen a sus hijos al hospital, aprendan a cuidarles mejor”.
“Si sigues el camino de tu corazón, la vida que deberías estar viviendo es la que estás viviendo”, dijo el mitólogo Jospeh Campbell. Iñaki lo sigue y lo define como “el viaje del que nunca he regresado”.
Los habitantes de Gambo saben quién es ese médico español que salva a sus hijos y que tiene un apellido que les da esperanza y felicidad. Iñaki no podía haberse llamado de otra forma.