Las nuevas tecnologías están revolucionando todos los ámbitos de nuestra vida y el sector salud no es una excepción. Cada vez son más las aplicaciones o dispositivos que permiten monitorizar la actividad física o las horas de sueño gracias a los llamados wereables. Algo que, no obstante, ya era posible mucho antes en algunas disciplinas médicas como la Cardiología, donde los ‘holter’ permiten desde hace tiempo registrar y almacenar el electrocardiograma de un paciente mientras hace vida normal, algo que según la Fundación Española del Corazón (FEC) suele emplearse en personas con sospecha de arritmia cardiaca o para diagnosticar una isquemia del músculo cardiaco.
Este seguimiento, tan útil en enfermedades cardiovasculares, era un reto pendiente en la enfermedad de Parkinson, la segunda patología neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer de la que cada año se diagnostican 10.000 nuevos casos en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). Su tratamiento actual es sintomático pero una de las principales dificultades que encuentran los neurólogos es que “los síntomas motores fluctúan a lo largo del día y no se pueden tener datos continuos y precisos del estado clínico de los afectados en todo momento”, explica la Dra. Àngels Bayés, de la Unidad de Parkinson del Centro Médico Teknon-Quirónsalud.
“El tratamiento farmacológico va dirigido a equilibrar en lo posible la falta de ciertos neurotransmisores como la dopamina. Pero al cabo de unos dos años de buen control clínico con levodopa –el precursor de la dopamina–, aparecen fluctuaciones en un 50% de los afectados en relación con dichas tomas. Es lo que se conoce como periodos ON y OFF, y son resultado de la disponibilidad o no de dopamina a nivel cerebral”, cuenta esta especialista.
El estado ON suele aparecer al poco de la ingesta de medicación y es cuando la persona se siente bien, con una funcionalidad práctica y correcta de los movimientos. Por el contrario, el estado OFF es cuando los síntomas motores suelen manifestarse, limitando severamente la movilidad y la independencia en muchas de las personas que padecen la enfermedad. Para conocer cuándo se producen esas fluctuaciones y poder controlarlas, hasta ahora se le pedía a los pacientes que efectuaran como un diario, unos días antes de la consulta, anotando cada hora su estado clínico.
El paciente puede usar el dispositivo en su vida normal, llevando el sensor en un cinturón cómodo y discreto mientras el Holter registra su estado motor en cada momento
Pero esto, según Bayés, “requiere una gran inversión de tiempo por parte del paciente/cuidador, aparte de la poca fiabilidad de los datos, ya que a veces les es difícil reconocer el estado en que se encuentran, además de las dificultades motoras para ir anotándolos”.
Sin embargo, un trabajo conjunto de la Unidad de Parkinson del Centro Médico Teknon – Quirónsalud, la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC) y Sense4Care ha permitido desarrollar el primer dispositivo portátil capaz de monitorizar en todo momento esas fluctuaciones, una especie de “holter” para controlar los síntomas motores de los afectados y poder ajustar mejor el tratamiento de la enfermedad. El dispositivo, conocido como ‘STAT-ON’, es un sensor de pequeño tamaño que se coloca en un cinturón especialmente diseñado para él, y permite registrar otros síntomas motores del afectado (bradicinesia, discinesia y bloqueos de la marcha), así como parámetros de la marcha, caídas y otras características del movimiento.
El dispositivo "aprende" los movimientos de cada paciente
Además, dado que cada persona se mueve de una manera diferente, el Holter se ha pensado para poder adaptarse a cada paciente. Para eso usa los primeros datos que obtiene de la persona, "aprendiendo" sus movimientos y, mediante técnicas de inteligencia artificial, personaliza los algoritmos que emplea para registrar sus síntomas motores. Una vez hecho este paso, el Holter trabaja de forma autónoma y es muy fácil de utilizar. Mientras es portado por la persona, no necesita ningún tipo de accionamiento ni conexión.
"Dado que el dispositivo no es invasivo, el paciente puede usarlo en su vida normal, llevando el sensor en un cinturón cómodo y discreto mientras el Holter registra su estado motor en cada momento del día. Luego se genera un informe del estado motor del afectado a lo largo de la jornada", apunta el Dr. Joan Cabestany, ingeniero en telecomunicaciones, investigador de la UPC y experto en inteligencia artificial y electrónica aplicada a la dependencia y el envejecimiento activo.
"Las mediciones y los datos proporcionados ayudarán a los médicos a tomar decisiones informadas para el manejo optimizado de la enfermedad. Hay que dejar claro que este dispositivo no proporciona ningún tipo de diagnóstico, pero la información recopilada es de gran valor para los profesionales de la salud, que pueden así determinar con precisión el verdadero estado de una persona afectada", sentencia la Dra. Bayés.