La estenosis aórtica se produce cuando la válvula aórtica del corazón se estrecha. Esto impide que pueda abrirse por completo, reduciendo y obstruyendo así el flujo sanguíneo del corazón a la aorta y hacia el resto del organismo, y obligando al corazón a trabajar más. Además, con el tiempo, este esfuerzo adicional puede acabar debilitando el músculo cardíaco, por lo que solucionarlo a tiempo y de la manera menos invasiva posible es lo idóneo en estos casos.
En concreto, es la valvulopatía cardíaca más frecuente en los países desarrollados, cuya prevalencia aumenta progresivamente con la edad, y llega a afectar a un 5% de las personas con más de 75 años.
Eso sí, cuando la estenosis aórtica alcanza un grado severo se producen principalmente tres síntomas: dolor en pecho o angina, ahogos o disnea, y finalmente pérdida de conocimiento como consecuencia de que la sangre no llega al sistema nervioso central en un momento dado.
"Cuando aparecen estos síntomas hasta un 50% de los pacientes fallecen en menos de dos años si no se lleva a cabo ninguna intervención", advierte el cardiólogo intervencionista y jefe de Cardiología del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon (Barcelona), el doctor Juli Carballo.
Por su parte, su colega de departamento, el doctor Dabit Arzamendi, experto también en valvulopatía mitral, apunta en este sentido que en aquellos casos en los que la estenosis es crítica o rápidamente progresiva se puede plantear también la intervención antes de que aparezcan síntomas amenazantes: “Se ha de hacer hincapié en que el diagnóstico de esta enfermedad valvular puede hacerse identificando un soplo cardíaco y realizando una ecografía cardíaca, que servirá para cuantificar exactamente el grado de estenosis que existe”.
Un cambio de paradigma
A juicio del doctor Carballo, en la actualidad estamos asistiendo a lo que podríamos denominar como “un cambio de paradigma”, dado que, según explica, de manera progresiva y cuando los casos son adecuados, la implantación transcatéter de válvula aórtica, o TAVI por sus siglas en inglés, se está empezando a ofrecer a pacientes de bajo riesgo quirúrgico. Y es que, prosigue el experto de Quirónsalud, en la actualidad estamos viviendo los inicios de un cambio en la práctica asistencial, de manera que este tipo de procedimientos empiezan a ser considerados como una primera opción terapéutica y no un último recurso.
Este especialista también destaca de hecho que en los últimos años la Cardiología está apostando “cada vez más” por este tipo de intervenciones mínimamente invasivas, como la TAVI, que permiten resolver problemas cardíacos, facilitando una recuperación más rápida y acortando las estancias hospitalarias. “Hasta no hace tanto se reservaba como una última opción para aquellos pacientes en los que la cirugía abierta suponía un riesgo excesivo. Es probable que a corto plazo la TAVI se convierta ya en la primera opción en estos casos, y solo se reservará la cirugía para aquellos pacientes en los que la TAVI se prevea que no puede ofrecer un buen resultado", resalta el cardiólogo intervencionista y jefe de Cardiología del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon.
El paciente vuelve a casa a las 48-72 horas
Entre sus ventajas, resalta el doctor Carballo, se encuentran que, dado que los procedimientos realizados a través de punciones, llevados a cabo por los cardiólogos intervencionistas, van exentos de herida quirúrgica. También que la rapidez con la que los pacientes recuperan un estado general como el previo al de la intervención es muy inmediato.
De hecho, de no haber contratiempo alguno, un paciente que se ha sometido a una TAVI puede recibir el alta hospitalaria entre 48 y 72 horas después de la intervención. Lo que en opinión del doctor Carballo, supone una “gran diferencia” con respecto al recambio valvular aórtico quirúrgico. Además, "cuando las características de los pacientes permiten realizar el procedimiento bajo sedación, evitando la anestesia general, se contribuye más aún a la simplificación del procedimiento y a la rápida recuperación", agrega el cardiólogo intervencionista de Teknon.
Las técnicas TAVI permiten resolver problemas cardíacos, facilitando una recuperación más rápida y acortando las estancias hospitalarias
En este contexto, el doctor Dabit Arzamendi, también cardiólogo intervencionista del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon, sostiene que las técnicas propias de la cardiología intervencionista permiten prevenir complicaciones embólicas mediante la utilización de filtros que se ubican en las arterias carótidas, dada la rutina con la que se emplean los accesos vasculares y el uso de catéteres. "Es muy importante y diferencial que los operadores estén familiarizados con los procedimientos de hemodinámica", advierte este experto.
A pesar de las circunstancias derivadas de la pandemia de la COVID-19, que han obligado a modificar numerosos protocolos en los centros hospitalarios, precisantemente durante este 2021 el Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon ha venido realizando una media de cinco procedimientos de TAVI mensuales, con lo que ha logrado convertirse en centro de referencia en la sanidad privada de Cataluña.