La Plaza Mayor de Chinchón, una de las bellas y visitadas de la Comunidad de Madrid, tiene la camaleónica capacidad de transfornarse en una plaza de toros en determinadas épocas del año. En este singular foso se celebran, desde hace ya dos siglos, unos festejos taurinos que forman parte intrínseca de la identidad de esta localidad. Y es que esta Villa de Madrid de alrededor de 5.300 habitantes emplazada en sureste de la región, en plena comarca de Las Vegas, destila tradición por los cuatro costados. “Chinchón es, junto a Nuevo Baztán, el único pueblo dentro de la Comunidad de Madrid que forma parte de la Asociación de los Pueblos más bonitos de España y reúne todos los alicientes para hacer las delicias del visitante”, resume su alcalde, Francisco Javier Martínez Mayor.
Casco histórico y Plaza Mayor
La plaza Mayor de Chinchón, una hermosa plaza porticada típica de la arquitectura castellana, con 234 espectaculares balcones pintados todos ellos de verde, es la joya de un casco antiguo que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1974. Construida en el Siglo XV, la plaza es un referente del turismo en la región. “Maravilla de la Comunidad de Madrid, fue el cartel del Turismo en España durante los años 60. En ella se han rodado multitud de películas y por sus pórticos han paseado desde John Wayne a Claudia Cardinale o, más recientemente, Bill Murray”, destaca el alcalde.
Centro neurálgico de la vida del pueblo, alrededor de la plaza, por encima de sus tejados, asoman algunos de los edificios más emblemáticos de la Villa, como la Torre del Reloj, el Teatro o la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción.
La plaza Mayor de Chinchón es la joya de un casco antiguo que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1974
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción
Las obras de esta iglesia comenzaron en el año 1534 y tardaron casi un siglo en completarse. Se cuenta que la razón de esta demora, que incluyó un parón total de los trabajos durante 48 años, fue que los condes de Chinchón se negaron a financiar los trabajos a menos que se cumplieran tres condiciones: vistas privilegiadas durante las misas, que los escudos condales se exhibieran en la fachada principal y que se enterrase a los condes en la iglesia. Una negociación que se prolongó por espacio de casi medio siglo.
La iglesia combina los estilos gótico, plateresco, renacentista y barroco. Su retablo principal puede presumir de contar con una obra, la Asunción de la Virgen, surgida de la mano de Francisco De Goya.
Parador de Turismo de Chinchón
El parador de Turismo de Chinchón es uno de los más bonitos de España. Emplazado en un antiguo monasterio de los Agustinos del siglo XVII, el edificio ha sido restaurado y hoy es un lugar muy visitado no solo por los huéspedes que se alojan en él. Destaca el antiguo claustro, convertido en la actualidad en unos hermosos jardines.
Castillo de los Condes
La que fuera la residencia de los Condes de Chinchón durante dos siglos, hoy no se encuentra abierto al público. Sin embargo, las espléndidas vistas del casco urbano del pueblo que sigue regalando su exterior son un imán para los visitantes. De estilo renacentista e inspiración italiana, fue levantado en el Siglo XV con trazas de fortaleza pero intenciones palaciegas, como delata la ausencia de verdaderos recursos defensivos en su estructura exterior.
Una rica gastronomía
Sin duda, uno los grandes atractivos de Chinchón es su gastronomía. Es imprescindible comprar unas cabezas de sus famosísimos ajos. De color blanco y sabor fuerte y picante, el ajo local es un producto idóneo para condimentar todo tipo de guisos, gracias a sus cualidades organolépticas, muy superiores a las del ajo común. También son notables el anís, los quesos o los vinos locales.
Acudir a Chinchón y comer en alguno de sus 39 restaurantes es casi obligatorio. Destacan sus especialidades 100% castellanas, desde el cordero, el cochinillo o el cabrito asados en horno de leña, hasta la sopa de ajo, el cocido, el potaje de vigilia y la pepitoria.
Acudir a Chinchón y disfrutar en alguno de sus 39 restaurantes de las especialidades típicas de la gastronomía castellana es casi obligatorio
El más antiguo de estos restaurantes, Mesón Cuevas del Vino, fue inaugurado en 1954 gracias al empeño de un médico, Narciso García Ortego, con vocación de restaurador. Su hija y actual propietaria, Yajaira García Nieves, recuerda que a aquel pionero le llamaron “loco” por querer abrir un restaurante en Chinchón. “¿Quién va a querer comer aquí?, le decían. Pero, él estaba convencido. Encontró un edificio del Siglo XVII, una vieja casa de labranza en la que se elaboraba vino y aceite, y decidió abrirlo como restaurante con guisos tradicionales castellanos. Y hasta hoy”·.
Galardonado con la Medalla de Plata al Mérito Turístico y la Insignia de Oro al Mérito Profesional, el Mesón Cuevas del Vino es un auténtico museo de la gastronomía en el que sobresalen sus célebres tinajas firmadas por las muchas celebridades que se acercan a Chinchón. Desde Orson Welles, hasta Yul Brynner, Mark Knopfler, Adrien Brody, Matt Dillon o José Sacristán. Imprescindibles su chorizo a la brasa, la morcilla, el asadillo de pimientos, o los “faroles” de ajetes fritos.