Según el Anuario de Estadísticas Culturales, publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en 2022 (último año del que se dispone de datos oficiales) se celebraron en España 908 festivales musicales, a los que hay sumar los miles de conciertos que tuvieron lugar en salas de toda la geografía española. Una intensa actividad cultural que se tradujo en cifras económicas récord: 459 millones en venta de entradas recaudados por la industria del directo, de acuerdo a las estimaciones (también del 2022) del Anuario de la Música en Vivo, casi un 200% más que el año anterior.
La buena salud del sector de la música en directo que evidencian estos números – previsiblemente, mucho mayores a día de hoy – se produce en paralelo a la entrada en juego de una nueva variable de gestión que preocupa cada vez más a los profesionales de esta industria: la sostenibilidad. Cómo reducir el impacto ambiental de los festivales y de qué manera la industria musical y la preservación del medioambiente pueden ir de la mano han sido precisamente los temas abordados en el encuentro que, bajo el título de “Eventos musicales y Sostenibilidad: la sintonía perfecta”, se ha celebrado en Madrid. En el panel, organizado por Vozpópuli con el patrocinio de Endesa, han participado destacados profesionales de esta industria y ha sido moderado por la periodista de La Sexta, Marina Valdés.
Una de las principales conclusiones del encuentro es que música y sostenibilidad están llamados a entenderse, porque ambos elementos ocupan un lugar destacado en la lista de prioridades de cada vez más personas. Una convivencia que en el caso de un festival como Jardín de las Delicias de Madrid, se produce, explicó su director, coordinador y productor, Adrián de la Heras, de forma muy orgánica. “Estamos ubicados en el campus de la Universidad Complutense, una zona verde rodeada de mucho terreno arbolado. En nuestro caso, cuando comenzamos a planificar el festival, la conciencia de que necesitábamos cuidar el espacio surgió de manera natural”. Jardín de las Delicias, que cuenta con su propio departamento especializado en la materia, obtuvo en sus dos últimas ediciones el certificado a Greener Future en la categoría Improvers por su recorrido en el marco de los eventos comprometidos con la sostenibilidad.
La sostenibilidad hace que toda la experiencia de un festival sea mejor Adrián de la Heras, director, coordinador y productor de Jardín de las Delicias
Una convivencia compleja
Sin embargo, la convivencia entre cuidado del medioambiente y la música no siempre es fácil, especialmente en un evento de gran formato. Y es que las magnitudes de los aspectos fundamentales de los eventos de música en vivo, como vehículos, escenarios, equipos audiovisuales, trabajadores, energía, contaminación acústica y lumínica, suministros, merchandising, residuos y público asistente es de tal envergadura en esta clase eventos (un único concierto en el Wizink Center de Madrid puede congregar hasta casi 18.000 espectadores) que inevitablemente tiene un elevado coste ambiental aparejado. “La música en directo genera felicidad, pero también molestias a los vecinos y al entorno. Y hay que tratar de minimizar ese impacto”, señaló Paz Aparicio, directora del Wizink Center de Madrid. Con un total de 207 eventos, 124 de ellos musicales, en 2023, este clásico en el panorama musical madrileño fue el cuarto recinto del mundo y segundo de Europa en venta de entradas durante 2023, según el ranking 'Top 200 World Arenas', de la revista internacional Pollstar. Y también, apuntó Paz Aparicio, “uno de los pocos recintos de grandes conciertos en Europa que se encuentra ubicado en el centro de la ciudad”.
“La música en directo genera felicidad, pero también molestias a los vecinos y al entorno"Paz Aparicio, directora del Wizink Center de Madrid
Los desajustes entre las necesidades sostenibles y las de los consumidores de este tipo de eventos se evidencian precisamente cuando las bandas tocan en recintos cerrados. Y es que, señaló el productor musical e ingeniero de sonido, Carlos Hernández, “el espectador que acude a un concierto quiere disfrutar de un buen espectáculo, y eso exige un determinado nivel de sonido, una buena iluminación… Hay unos mínimos que a veces chocan con los límites que imponen las normas contra la contaminación acústica o ambiental”, expuso.
La sostenibilidad es un camino
Luís Pérez, responsable de comunicación de Patrocinios de Endesa, recordó que “la sostenibilidad no es algo que se consiga en un cuarto de hora, es un camino”. Y para recorrerlo, añadió, hace falta “trabajo, honestidad y compromiso”. A través de su iniciativa Endesa Music Lover, la eléctrica patrocina diversos festivales musicales en España, como Mallorca Live Festival, Cruïlla Barcelona, Espacio Zity Zaragoza, Icónica y Jardín de las Delicias. Todos ellos, con el reto de la sostenibilidad como denominador común. La participación de Endesa en estos eventos va mucho más allá de simplemente poner músculo financiero. “Como especialistas en energía, aportamos ideas para avanzar en la sostenibilidad de estos eventos. En Cruïlla, por ejemplo, hemos conseguido electrificar el 100% del festival, desde la zona de hostelería y servicios hasta el escenario, con lo que hemos logrado ahorrar 13.600 litros de diésel y 36 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera. Para hacernos una idea, con esa cantidad de combustible se podrían dar más de siete veces la vuelta al mundo en un coche de gasolina”, subrayó Pérez.
Electrificación sostenible
La electrificación de estos eventos, en los que voltios y decibelios son casi tan protagonistas como los propios artistas, es, de hecho, uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta el sector. “Una ciudad efímera de 25.000 personas como son estos festivales genera un pico de energía que hay que gestionar”, recordó el responsable de Comunicación de Patrocinios de Endesa.
Un caso singular es el del Wizink. El espacio multiusos cuenta con 986 paneles solares instalados en su cubierta, lo que le convierte en el edificio con mayor equipamiento de este tipo de España. "Este despliegue, que ha sido posible gracias a la colaboración de Endesa, nos permite ser energéticamente autosuficientes al 100% en el día a día y al 50% en día de evento”, destacó Paz Aparicio.
Al concierto, en tranvía y lanzadera eléctrica
La movilidad es otro de los grandes quebraderos de cabeza y, “probablemente el primer factor de emisiones de un concierto”, dijo Luis Pérez. Y es que como comentó Adrián de las Heras, mover cada día a 20.000 o 25.000 personas desde sus casas a los recintos y viceversa, es una tarea ingente y sujeta a numerosas medidas de seguridad y control. “Hay una normativa muy estricta en este sentido, tienes que saber cómo van a llegar y cómo van a salir”.
Los festivales están afrontando este reto con imaginación y una estrecha colaboración público privada. En aquellos en los que Endesa está presente, "tenemos acuerdos con los ayuntamientos para habilitar lanzaderas eléctricas, tranvías y otras soluciones limpias y seguras. De este modo, reduces muchas más emisiones”, afirmó Luis Pérez.
Compañías como Endesa tenemos la posibilidad y la responsabilidad de ser el motor que tire de los demás actores para avanzar en un camino para el que ya no hay marcha atrásLuis Pérez, responsable de Comunicación de Marca y Patrocinios de Endesa
Residuos y concienciación
Durante el debate surgieron otros temas como la lucha contra el greenwashing o la cuestión, siempre, compleja de manejar de los residuos. Y es que las enormes montañas de vasos amontonados al final de un concierto es una de esas estampas que sigue persiguiendo al sector y que le ha valido un cierto sambenito de “poco sostenibles”. Para combatirlo, los expertos reclamaron mayores esfuerzos en innovación para encontrar unos vasos reutilizables y/o reciclables que, además de ser sostenibles se adecúen a las preferencias de los festivaleros. Y también, apuntó Paz Aparicio, una labor de concienciación dirigida a los usuarios para que" "lleven esos residuos a donde tiene que hacerlo”.
¿Quién puede hacer mejor esa labor de sensibilización ciudadana? Los ponentes lo tienen claro: los artistas. Pero salvo Coldplay y otras honrosas excepciones como Depeche Mode o Dani Martín a nivel nacional, todavía son pocos los que predican con el ejemplo. En ese sentido, Carlos Hernández reclamó una mayor implicación de bandas y solistas: “Los artistas tienen que ser la imagen visible de esa conciencia sostenible, porque a ellos sí se les escucha”.
Los artistas tienen que ser la imagen visible de esa conciencia sostenible, porque a ellos sí se les escuchaCarlos Hernández. ingeniero de sonido y productor musical
Sin marcha atrás
Los ponentes coincidieron en que ser cada vez menos lesivos para el planeta es la única vía posible para el mundo de la música en directo. Y no solo por razones ambientales, regulatorias o económicas, sino porque, aseguró Adrián de las Heras, “la sostenibilidad hace que toda la experiencia de un festival sea mejor”.
Eso sí, dentro de las posibilidades de cada cual y sin dejar a nadie atrás. “De la misma forma que no le puedes exigir a un hogar de 40 m2 que tenga cuatro cubos para reciclar, tampoco puedes pedirles a todos los recintos de conciertos que sean 100% sostenibles”, reclamó Paz Aparicio. En la misma línea, Carlos Hernández, recordó que se está avanzando mucho sobre estas cuestiones en festivales de grandes ciudades, “pero la realidad de España es que el 80% de estos eventos se celebran en poblaciones pequeñas y medianas”.
Desde Endesa Luis Pérez insistió en la idea de que la sostenibilidad es un proceso en el que las alianzas entre promotores, Administraciones, artistas y público, juegan un papel determinante. Y en ese compromiso colectivo, concluyó, “compañías como Endesa tenemos la posibilidad y la responsabilidad de ser el motor que tire de los demás actores para avanzar en un camino para el que ya no hay marcha atrás”.