El pequeño lago glaciar de Roopkund, a los pies de uno de los macizos del Himalaya, es uno de los lugares más tétricos del planeta. En el año 1942, un guardia forestal británico descubrió en este remoto valle de La India a más de 5.000 metros de altitud los huesos de cientos de cadáveres desperdigados tras quedar al descubierto por el deshielo. Desde entonces se han hecho algunas investigaciones y la principal hipótesis es que se trataba de un numeroso grupo de personas que cruzaba el lugar cuando se vio sorprendido por una violenta tormenta de granizo de la que se habla en algunas leyendas locales.
Pero el análisis del ADN de 38 de los esqueletos realizado ahora arroja un resultado aún más intrigante. El trabajo, que se publica este martes en la revista Nature Communications y que ha sido liderado por el equipo del prestigioso arqueogenetista de la Universidad de Harvard David Reich, revela dos sorpresas: que los individuos muertos en este remoto lugar pertenecen a tres poblaciones diferentes y que murieron al menos en dos episodios temporales separados por alrededor de 1.000 años.
Estos hallazgos refutan que los esqueletos fueran depositados allí en un único evento catastrófico”
En general, el análisis indica que todos los individuos estaban sanos pero que tres de ellos presentan fracturas en el cráneo compatibles con la teoría de la tormenta de granizo. Aún así, insisten los autores, “estos hallazgos refutan las sugerencias previas de que los esqueletos del lago Roopkund fueron depositados allí en un único evento catastrófico”. Los autores también aseguran que la proporción similar de hombres y mujeres entre los fallecidos hace más difícil la teoría de que se tratase de una expedición militar y la falta de relación genética entre ellos descarta que fueran familias. “Tampoco hemos encontrado pruebas de que los individuos estuvieran infectados con patógenos bacterianos”, escribe, “lo que deja sin apoyo a la teoría de que murieron por una epidemia”.
Europeos en el Himalaya
La mayor sorpresa del trabajo es que entre los tres grupos analizados uno procedía de Europa y no se sabe exactamente qué hacían en estas montañas en aquellas fechas. En concreto, el análisis del equipo de Reich ha identificado un primer grupo de 23 personas que murieron hacia el año 800 y cuya genética se corresponde con los habitantes actuales del sudeste asiático, un solo individuo que estaría relacionado con los grupos chinos Han y las islas Andaman, y un tercer grupo de 14 individuos cuya ascendencia procede del Mediterráneo y que murieron en fechas más próximas: en torno al año 1800.
Los autores ven factible que al menos algunos individuos del grupo de 23 muertos hacia el siglo IX estuvieran cruzando la zona en algún tipo de peregrinación religiosa, pero no tienen ninguna pista de qué pudo llevar a un grupo de europeos hasta aquel lugar hacia el año 1800. Es tentadora la hipótesis de que descienden de las poblaciones indoeuropeas que llegaron hasta aquí en las expediciones de Alejandro Magno, pero de ser así su genética mostraría un grado mayor de mezcla con poblaciones locales, explican.
Si estaban participando en una peregrinación o se ahogaron en el lago por otras razones es un misterio”
“Los datos sugieren que lo que hemos muestreado es un grupo de hombres y mujeres que nacieron en el Mediterráneo oriental durante el periodo de control político Otomano”, concluyen. Los datos de radiocarbono indican también que llevaron una dieta predominantemente de interior y no marina antes de morir en el Himalaya. “Si estaban participando en una peregrinación o se ahogaron en el lago Roopkund por otras razones es un misterio”, aseguran. “Sería sorprendente que un peregrinaje hindú fuera practicado por un grupo grande de viajeros del este del Mediterráneo, donde las prácticas hindúes no han sido habituales”. Esto abre una vía interesante de investigación para localizar en los archivos alguna pista sobre estos posibles viajes al Himalaya desde lugares tan remotos en esas fechas. Y hacen que el conocido como “lago de los esqueletos” siga siendo uno de los grandes misterios de la arqueología.
Referencia: Ancient DNA from the skeletons of Roopkund Lake reveals Mediterranean migrants in India (Nature Communications) DOI 10.1038/s41467-019-11357-9