La historia de los descubrimientos geográficos está contada desde el punto de vista de los europeos, pero mucho antes de que estos pisaran el continente americano, las islas del Pacífico o los parajes más remotos de los mares del Sur, ya había humanos allí. Y eran unos consumados viajeros. Un trabajo publicado esta semana por un grupo de investigadores neozelandeses aporta nuevo material para este debate y sugiere que los indígenas maoríes fueron los primeros en navegar hasta la Antártida en fechas tan tempranas como el siglo VII.
En el trabajo, publicado en la revista Journal of the Royal Society of New Zealand, los investigadores de la Universidad de Otago argumentan que los navegantes polinesios llevaban mucho tiempo surcando el océano Pacífico y que muy probablemente siguieron camino más al sur, de donde veían ir y venir a las ballenas. Para ello, los autores esgrimen algunos ejemplos de la historia oral de los maoríes que respalda esta llegada temprana, en particular la que hace referencia al explorador Hui Te Rangiora en la que se ofrecen datos que apuntan a que pisaron el hielo antártico.
El “mar de tapioca”
Como adelantó el etnólogo neozelandés Stephenson Percy Smithen 1899 una de las claves está en la expresión con la que llamaron al mar del sur, Te tai-uka-a-pia, en la que ‘tai’ es mar, ‘uka’ es hielo y la partícula ‘pia”, añadida al final, hace referencia a la tapioca, una raíz que cuando se muele se parece mucho a la nieve. De este modo, los relatos hablaban de “un mar de hielo como la tapioca” que quizá hacía referencia a las aguas de la Antártida. Según estas narraciones, aquellos primeros exploradores maoríes llegaron a un mar helado y encontraron un paisaje desolado y sin vegetación, además de grandes rocas que crecían “fuera del océano”, en el espacio “más allá de Rapa”, lo que podría hacer referencia a los icebergs.
El trabajo, que también hace una revisión de la implicación histórica, en los siglos posteriores en la exploración de la Antártida, pretende poner el foco en la necesidad de recuperar de tener en cuenta las aportaciones de estos grupos a la hora de contar la historia. “Hemos hallado una conexión a la Antártida y sus aguas que ha estado ocurriendo desde la era de los primeros viajes”, asegura la investigadora Priscilla Wehi, autora principal del estudio. “Tener en cuenta el papel que jugaron los grupos subrepresentados, y en particular los maoríes, es importante para los programas de investigación antártica tanto presentes como futuros”.
“Las narrativas europeas de la historia, el esfuerzo y las políticas antárticas siguen siendo dominantes en la conceptualización, la comunicación y la ciencia de la Antártida a nivel mundial”, resumen los autores en su artículo. “Sin embargo, la conexión maorí (y polinesia) con la Antártida y sus aguas ha sido parte de la historia de la Antártida desde alrededor del siglo VII, desde el viaje tradicional hasta la participación en viajes y exploración liderados por Europa, investigación científica contemporánea, pesca y más. El trabajo de los estudiantes e investigadores maoríes de la Antártida destaca los intereses actuales de los maoríes en todo el espectro de la ciencia, las políticas, la historia y la gobernanza de la Antártida”.
Referencia: A short scan of Māori journeys to Antarctica (Journal of the Royal Society of New Zealand)