Durante las últimas tres décadas, todos los esfuerzos y discusiones sobre las medidas a tomar en caso de grandes catástrofes se han centrado en las mayores ciudades del planeta, como Nueva York, Tokio o Shangai. Pero el mayor riesgo de pérdidas humanas no se centra en estas grandes urbes, sino en las poblaciones más pequeñas y peor equipadas, según un artículo publicado en la revista Nature.
Las ciudades en mayor riesgo de sufrir las consecuencias de un evento catastrófico son las de tamaño medio
El comentario, publicado por Joern Birkmann y otros colegas, se basa en el análisis de 140 países y muestra que las ciudades en mayor riesgo de sufrir las consecuencias de un evento catastrófico son las de tamaño medio, especialmente las situadas en África y el sudeste asiático. Además, se prevé que entre el año 2015 y 2030 la población de estos núcleos crezca en un 32 por ciento (unos 469 millones de personas), una cifra muy superior a la de las grandes megaciudades, que crecerán en torno a un 26 por ciento (203 millones de personas).
Entre los argumentos que les llevan a esta conclusión está el hecho de que las ciudades medianas carecen de los presupuestos que tienen las grandes para prever los efectos de una inundación, una gran tormenta o una sequía. "La gobernanza pobre, las escasas inversiones públicas, la falta de datos sociales y ambientales básicos y la corrupción", escriben los autores, "obstaculiza el funcionamiento de estas ciudades". Por eso hacen un llamamiento a las Naciones Unidas a que tome medidas preventivas para poner el foco en estos núcleos y tenga en cuenta el aumento demográfico de más de mil millones nuevos de habitantes que habitarán la Tierra en los próximos años.
Referencia: Boost resilience of small mid-sized cities (Nature) DOI 10.1038/537605a