Ciencia

Google quiere enseñar a su coche sin conductor a esquivar a las vacas

La compañía patenta un sistema para sortear obstáculos de la carretera tras analizar el tiempo de espera. La idea es enseñar al algoritmo a saltarse las normas temporalmente para poder continuar la marcha.

  • Una situación como ésta podría bloquear al coche de Google

Si el coche sin conductor de Google quiere ser una realidad debe ir más allá de los viajes de demostración de costa a costa por cómodas autopistas. En caso de que la idea se materialice y los coches autónomos circulen algún día por nuestras carreteras deberán afrontar todo tipo de situaciones inesperadas, incluida la aparición de un grupo de vacas que cruzan la carretera.

El coche podría quedarse parado indefinidamente ante un coche en segunda fila, por ejemplo.

Para afrontar estas situaciones, la compañía ha registrado hace unos días una patente que describe un sistema para detectar obstáculos, calibrar su naturaleza y tomar medidas sortearlos si es necesario. El sistema consiste en un protocolo de actuación que va desde la detección del objeto que impide el paso al vehículo y lo que debe hacer para evitarlo, incluso si la solución incluye saltarse las normas para las que está programado, como circular por el arcén o pasar momentáneamente al carril contrario.

Una imagen de la patente (US Patent and Trademark Office)

Por sencilla que parezca para un humano, saber qué es lo que está delante y tomar medidas es una de esas tareas que se le resisten a cualquier programa informático. La idea de Google es que el coche mande todos los datos a un centro externo de asistencia que atenderá un experto o bien un programa informático diseñado para tal efecto. Con los datos de tiempo de espera y las imágenes en tiempo real de la situación el experto puede tomar la decisión de pasar al arcén, por ejemplo, o pedir más información. Incluso se contempla la posibilidad de que el propio pasajero se haga cargo temporalmente del interfaz de navegación y le dé una orden al coche autónomo para desbloquearlo.

Aunque parezca un problema trivial, como apuntan en The Washington Post, en realidad podría ser la diferencia entre la circulación ordenada del tráfico y el caos más absoluto. Imaginemos que el coche detecta un vehículo en doble fila y, al no saber cómo resolver la situación, se queda esperando indefinidamente detrás de él. O que se forma un atasco y cientos de vehículos autónomos mandan las peticiones de asistencia  a la centralita de Google hasta bloquearla por saturación. Conocer la diferencia entre una situación en la que debemos esquivar el obstáculo o simplemente debemos ser pacientes podría ser uno de los principales retos del ‘coche del futuro’.

Referencia: How Google is making sure cows won’t foil its self-driving cars (The Washington Post) | Imagen: J J Merelo (Flickr, CC)

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