Hace unos 42.000 años, los primeros Homo sapiens que colonizaron Europa Central y Occidental comenzaron a manipular colmillos de mamut para la producción de colgantes y otros objetos portátiles, como estatuillas talladas, a veces decoradas con motivos geométricos. Además de las líneas, cruces y símbolos en forma de almohadilla (hashtags), apareció un nuevo tipo de decoración, la alineación de los signos de puntuación, en algunos adornos en el suroeste de Francia y en figurillas en el Jura de Suabia en Alemania. Como la mayoría de estos adornos se han descubierto en excavaciones más antiguas y sus atribuciones cronológicas son inciertas, las fechas de la difusión del arte móvil en Europa han seguido siendo objeto de un intenso debate.
Ahora, un nuevo estudio dirigido por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, la Universidad de Bolonia y varios centros de investigación polacos, aporta información crucial para la cuestión. En un trabajo publicado este jueves en la revista Scientific Reports, el equipo de Sahra Talamo informa sobre el colgante de marfil punteado más antiguo conocido encontrado en Eurasia, un objeto con una edad de 41.500 años que coloca a este adorno personal dentro del registro de las primeras dispersiones de Homo sapiens en Europa.
La decoración del colgante incluye patrones de más de 50 marcas de pinchazos en una curva de bucle irregular y dos agujeros completos. Los autores sugieren que el patrón de hendiduras, similar a las joyas posteriores encontradas en Europa, podría representar cuentas de caza (un sistema de conteo matemático) o notaciones lunares que corresponden al ciclo mensual de la luna o el sol.
Un colgante perdido
El adorno personal fue descubierto en 2010 en la cueva de Stajnia, en Polonia, durante un trabajo de campo dirigido por el coautor Mikołaj Urbanowski entre huesos de animales y algunas herramientas de piedra del Paleolítico superior. A partir del registro arqueológico de la cueva se han identificado ocupaciones separadas a corto plazo de grupos de neandertales y Homo sapiens. Los investigadores piensan que el colgante probablemente se perdió durante una expedición de caza a las tierras altas de Kraków-Częstochowa, lugar donde se rompió y quedó olvidado en la cueva durante decenas de miles de años.
“Esta joya muestra la gran creatividad y la extraordinaria habilidad manual de los miembros del grupo”
“Esta joya muestra la gran creatividad y la extraordinaria habilidad manual de los miembros del grupo de Homo sapiens que ocupaba el sitio”, asegura Wioletta Nowaczewska, coautora del trabajo e investigadorade la Universidad de Wrocław. “El grosor de la placa es de aproximadamente 3,7 milímetros y muestra una asombrosa precisión en el tallado de los pinchazos y los dos agujeros para llevarla”. “Si la curva en bucle del colgante Stajnia indica un analema lunar o puntuaciones de muerte, seguirá siendo una pregunta abierta”, apunta Adam Nadachowski, coautor del estudio e investigador del Instituto de Sistemática y Evolución de los Animales de la Academia Polaca de Ciencias. “Sin embargo, es fascinante que decoraciones similares aparecieran de forma independiente en toda Europa”.
“Es fascinante que decoraciones similares aparecieran de forma independiente en toda Europa ”
En escenarios a gran escala sobre la primera expansión del Homo sapiens en Europa, el territorio de Polonia a menudo se excluye, lo que sugiere que permaneció desierto durante varios milenios después de la desaparición de los neandertales. “Las edades del colgante de marfil y el punzón de hueso encontrados en la cueva de Stajnia finalmente demuestran que la dispersión del Homo sapiens en Polonia tuvo lugar ya en Europa central y occidental”, explica Andrea Picin del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig. “Este notable resultado cambiará la perspectiva sobre cómo de adaptables fueron estos primeros grupos y pondrá en tela de juicio el modelo monocéntrico de difusión de la innovación artística en el auriñaciense”.
La importancia del radiocarbono
“Determinar la edad exacta de esta joyería fue fundamental para su atribución cultural, y estamos encantados con el resultado”, asegura Sahra Talamo, autora principal del estudio y directora de el laboratorio de radiocarbono BRAVHO de la Universidad de Bolonia. “Este trabajo demuestra que el uso de los avances metodológicos más recientes en el método del radiocarbono nos permite minimizar la cantidad de muestreo y lograr fechas muy precisas con un rango de error muy pequeño”.
El estudio del colgante y el punzón también se realizó mediante metodologías digitales a partir de los escaneos micro-tomográficos de los hallazgos. "Mediante técnicas de modelado 3D, los hallazgos se reconstruyeron virtualmente y el colgante se restauró adecuadamente, lo que permitió realizar mediciones detalladas y respaldar la descripción de las decoraciones", señala el coautor Stefano Benazzi, director del Laboratorio de Osteoarqueología y Paleoantropología (BONES Lab) de la Universidad de Bolonia.
A juicio de la investigadora principal, Sahra Talamo, “si queremos resolver seriamente el debate sobre cuándo surgió el arte mobiliar en los grupos paleolíticos, necesitamos fechar por radiocarbono estos adornos, especialmente aquellos encontrados durante el trabajo de campo pasado o en secuencias estratigráficas complejas”.
Actualmente se están realizando análisis más detallados sobre los conjuntos de marfil de la cueva de Stajnia y otros sitios en Polonia y prometen aportar más información sobre las estrategias de producción de adornos personales en Europa central y oriental.
Referencia: A 41,500 year-old decorated ivory pendant from Stajnia Cave (Poland) (Scientific Reports) DOI 10.1038/s41598-021-01221-6