Ciencia

El palacio de los 50.000 inmortales

Comienza en la localidad de Comfort, Texas, la construcción de una megaestructura pensada para albergar a miles de personas que decidan ser criopreservadas después de la muerte. Allí permanecerán a salvo de apagones, terremotos y otros desastres a la espera de que en un futuro lejano alguien las pueda revivir.

  • Un esquema 3D del futuro edificio

En las colinas de Comfort, que para algunos recuerdan al paisaje de la Toscana, pronto se levantará una fortaleza diseñada para albergar los cuerpos congelados de hasta 50.000 personas. Sus creadores lo llaman "Timeship" (nave del tiempo) y hablan del edificio como una especie de pasaje al futuro, pues sus moradores despertarán hipotéticamente en algún momento dentro de miles de años, cuando la tecnología permita devolverles a la vida. La idea comenzó en los años 90, cuando Saul Kent, uno de los principales gurús de la criopreservación y miembro de la conocida empresa Alcor, encargó al arquitecto Stephen Valentine diseñar una especie de gigantesco templo de inmortalidad, donde albergar los cuerpos de miles de personas que confiarían en esta técnica. Ahora, según relatan en la revista New Scientist, la construcción ha comenzado y pronto se convertirá en una realidad.

"Timeship será una meca científica de la extensión de la vida", aseguran sus creadores

El proyecto es un encargo de la Fundación Stasis, que adquirió hace unos años una finca de 261 hectáreas en la que se levantará el edificio de 65.000 metros cuadrados que costará unos 375 millones de dólares. "Estamos llevando a gente al futuro", asegura Valentine, quien se encargó de tener en cuenta todos los factores que hagan de este palacio un lugar a prueba de todo tipo de imprevistos durante los próximos miles de años. "Timeship será una meca científica de la extensión de la vida", aseguraba el arquitecto en una entrevista con la revista H+. "Nuestros planes incluyen la conservación de ADN tanto de humanos como de especies amenazadas de animales". Según sus creadores, el lugar ha sido pensado para resistir ataques terroristas, aumentos en el nivel del mar por el cambio climático y cualquier tipo de interrupción del suministro energético por catástrofes naturales.

Las personas que son criopreservadas después de morir, en empresas como Alcor, son introducidas en grandes cubas metálicas rellenas de nitrógeno líquido que conserva sus tejidos a muy baja temperatura. El requisito fundamental para que se las pueda "resucitar" en un futuro es que nada perturbe este estado, por eso sus cuerpos se conservan cabeza abajo, pues en el caso de una fuga de nitrógeno líquido los daños empezarían por los pies y se conservaría la cabeza. Por eso una fortaleza que conserve los cuerpos de hasta 50.000 criopreservados debe ser energéticamente independiente y estar en un lugar lo más seguro posible.

El edifico está preparado contra ataques terroristas, aumentos en el nivel del mar y todo tipo de catástrofes naturales 

"La localización fue escogida para minimizar el riesgo de daños producidos por un temporal violento", explica el arquitecto. Se escogió este tranquilo lugar en Texas porque el riesgo de terremotos y huracanes es pequeño, hay un aeropuerto cerca y está próximo a San Antonio, lo que atraerá a los científicos que trabajen en el lugar. En el diseño se han empleado desde los más avanzados recursos tecnológicos hasta técnicas medievales para hacer el lugar más duradero e inexpugnable. La intención de Valentine, cuyo proyecto se pueden ver en la web de Timeship, es que el edifico evoque a la vez "humanismo e intemporalidad" y que recoja el espíritu de varios estilos arquitectónicos a lo largo de la historia. El lugar no solo estará destinado a albergar a personas criopreservadas, sino que almacenará tejidos y órganos por la posibilidad de realizar trasplantes en un futuro.

Aunque la música suena bien, la técnica de la criopreservación está seriamente cuestionada por muchos científicos, que creen que aún no se dan las condiciones para ofrecer estos servicios. Dicho con otras palabras, aunque no descartan que en un futuro se pueda llegar a perfeccionar una técnica de conservación que permita despertar sin daños, los 'pacientes' actuales no son más que cadáveres cuyas posibilidades de resurrección son prácticamente nulas. Pero como todo en esta vida, y a pesar del siniestro expediente de algunos de los gurús de la criopreservación, lo importante es ponerse manos a la obra.

Para más info: Recuerdos de una cabeza congelada (Next)

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