Los científicos que vigilaban las coladas del volcán de Cumbre Vieja de la isla de La Palma apreciaron desde el 25 de noviembre de 2021 un cambio en la composición de la lava que no supieron interpretar. Ahora, un estudio revela que no solo era un anticipo de que el volcán se agotaba, sino que seguir ese indicador puede ayudar a predecir en el futuro la duración de otras erupciones.
A través de un estudio sistemático de la lava durante la erupción que se produjo en el año 2021, los investigadores han detectado al menos magma de dos composiciones diferentes en el trascurso de la erupción. Se interpreta como la existencia de "diferentes bolsas de magma alimentando el volcán".
Que existan estas bolsas o cámaras magmáticas explica la famosa erupción que comenzó en septiembre de 2021: "Cuando aumentó el número de terremotos y la tendencia de gases cambia a la alza, y se detectó un cambio en la composición de la lava, lo que probablemente indicaba una recarga del sistema", comenta el geólogo de la Fundación Telesforo Bravo Juan Jesús Coello.
Se puede prever futuras erupciones de volcán
Según Coello, este estudio puede ser muy útil en futuras erupciones. Reconoce que con este estudio y con los métodos utilizados se puede ahorrar el enviar las muestras a Australia, pudiendo dar información tan importante para un población como la de La Palma como lo es la duración aproximada de una erupción.
La conclusión principal para este geólogo es "la complejidad de la erupción del volcán Tajogaite, con cámaras magmáticas diferentes, tubos de salida diferentes, episodios de recarga, que demuestra que los volcanes de Canarias no son tan simples como se suponía".
