¿Has comido gelatina alguna vez? La gelatina es un gel, un sistema que tiene la densidad de un líquido pero cuya estructura se asemeja más a la de un sólido. En el caso de la gelatina ese sólido son proteínas, y dispersa en su estructura hay agua. De hecho hay más agua que otra cosa, por eso la densidad es similar a la de un líquido.
Esta espuma es mil veces más ligera que el oro macizo equivalente
Imagina ahora que tomamos un gel y sustituimos el líquido por un gas. Lo que obtenemos se llama aerogel y, ¿te imaginas qué le pasa entones a la densidad? Efectivamente cae muchísimo. Los aerogeles son materiales extremadamente ligeros con propiedades sorprendentes.
Ahora, un equipo de investigadores encabezados por Gustav Nyström, y que cuenta con la ingeniera española María Fernández Ronco, ambos en el Politécnico de Zúrich (ETH, Suiza), han conseguido fabricar un aerogel de oro tan ligero que puede sostenerlo una pluma sin que ésta se deforme; o que podría flotar en la espuma de un café sin hundirse. Esta espuma de oro de hasta 20 quilates es mil veces más ligera que el oro macizo equivalente, y el trozo de oro más ligero que haya existido jamás.
Este oro poroso se ha fabricado cristalizando directamente nanopartículas de oro en una red (ya en sí misma un aerogel) formadas a partir de las proteínas de la leche (calentadas para que formasen hebras amiloides). Después se somete el conjunto a un secado con dióxido de carbono supercrítico, lo que elimina la red de proteínas, quedando solo un 2% de material sólido en el que más del 80% es oro (el resto son restos de proteína).
Sus características pueden hacerlo muy interesante en catálisis
El color puede ser alterado simplemente cambiando las condiciones de la reacción, que influyen en el tamaño y la forma de las partículas de oro que se forman.
¿Y para qué sirve esta espuma de oro ultraligera aparte de para decorar cafés en los hoteles de lujo? Su superficie extremadamente grande en relación a su peso puede hacerla muy interesante en catálisis. También podría usarse como sensor de presión, ya que la compresión provoca que las partículas de oro contacten entre sí pudiendo conducir la electricidad y cerrando de esta manera un circuito.
Referencia: Gustav Nyström,María P. Fernández-Ronco, Sreenath Bolisetty, Marco Mazzotti and Raffaele Mezzenga (2015) DOI: 10.1002/adma.201503465
* Este artículo es parte de ‘Proxima’, una colaboración semanal de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV con Next. Para saber más, no dejes de visitar el Cuaderno de Cultura Científica.