En 1974 el ecólogo Jack Bradbury y la zoóloga Louise Emmons estudiaban los murciélagos de líneas blancas de la isla de Trinidad cuando hicieron un curioso hallazgo. "Solían posarse al atardecer y se ponían a cantar como pájaros", recuerda Bradbury, "y en un registro suficientemente bajo como para que yo pudiera oírlos". Desde entonces hasta hoy, los científicos han seguido investigando este comportamiento y han descubierto que al menos 20 de las 1.116 especies conocidas de murciélagos emiten este tipo de "trinos". Y no solo eso, sino que sus cantos están compuestos por una serie de sílabas que siguen unos patrones y ritmos similares a los de muchas aves y algunos cetáceos.
Al menos 20 de las 1.116 especies conocidas emiten este tipo de "trinos".
Como explica Virginia Morell, en un magnífico artículo en Science, la variedad de formas en que los murciélagos han desarrollado sus trinos es espectacular. Algunos, como Mystacina tuberculata, que vive en Nueva Zelanda, se encaraman a un árbol o al saliente de una gruta para emitir sus canciones. Otros, como el europeo Vespertilio murinus, cantan tanto en vuelo como posados para atraer a las hembras, mientras que el murciélago de cola suelta (Tadarida brasiliensis) canta durante todo el año. En un estudio de 2009 un equipo de investigadores demostró que los machos de esta última especie, que habitan en Brasil y México, cantan con sílabas distinguibles y frases concretas para atraer a las hembras o para alejar a los rivales.
Escucha el canto del murciélago de cola suelta (Tadarida brasiliensis):
Mediante una combinación de trinos, zumbidos y gorjeos, decían los científicos, los murciélagos podían cambiar el mensaje, lo que les acerca a lo que hacen los pájaros. Los trinos de ambos están estructurados jerárquicamente, están compuestos de sílabas o frases e incluso tienen una sintaxis y un ritmo que hacen variar el significado.
Incluso especies tan cercanas como Pipistrellus nathusii, que viven en los bosques y ciudades europeas, estructuran sus mensajes jerárquicamente, como demostraron en 2008 un equipo de científicos checos. En su estudio, los investigadores documentaron que cada mensaje poseía hasta cinco partes: con la primera identifican la especie y la marca sonora de cada individuo, con la segunda y tercera informan sobre el lugar al que pertenecen y en las dos últimas indican su población. "Cuando miras los sonogramas", decía uno de los investigadores, "son tan complejos como las melodías de los ruiseñores".
Escucha el canto de Pipistrellus nathusii:
Sus cantos siguen unos patrones similares a los de aves y cetáceos
Las canciones del murciélago de cola suelta, por ejemplo, suelen durar apenas segundo y medio que contienen una media de 20 sílabas y acaban con una serie de zumbidos de baja frecuencia que son la marca de cada individuo e informan sobre su fortaleza. De hecho, aquellos murciélagos que emiten más mensajes territoriales en frecuencias más bajas son los que tienen más descendencia. Estos animales son capaces de variar la sintaxis del canto en función de las circunstancias y pasar en unos milisegundos de intentar atraer a la hembra a tratar de mantener alejados a los otros machos.
Escucha el canto del murciélago orejón (Nyctinomops laticaudatus):
Los especialistas indagan ahora en la posibilidad de que, como sucede con algunas especies de cetáceos y aves, los murciélagos pueden transmitir dialectos culturalmente de unas poblaciones a otras. Aunque las melodías son aprendidas por las crías, algunas especies de murciélagos tienen un área especializada para el trino, como sucede con las aves y han evolucionado mediante mutaciones en el mismo gen, el FoxP2, cuyo papel también se investiga en los humanos y nuestra capacidad de hablar. De momento, se ha visto que algunos de estos animales son capaces de aprender nuevas melodías a lo largo de su vida, lo que les sitúa incluso por encima de algunas especies de aves que solo tienen esa plasticidad vocal durante los primeros meses de vida. Aún queda por ver si este intercambio de canciones está por encima de la comunicación de los pájaros en muchos otros aspectos.
Referencia: When the bat sings, Virginia Morell (Science) | Al final de esta entrada de Science puedes escuchar los cantos de otros muchos murciélagos (recomendando)
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