Cuando los seres humanos empezamos a ponernos pieles encima lo hicimos para retener el calor. Básicamente la ropa actúa como barrera que retiene la radiación infrarroja que emite nuestro cuerpo y conserva la temperatura. La estrategia contraria, la de crear prendas que dejen salir el calor, es un poco más complicada desde el punto de vista físico, puesto que como luz visible e infrarroja se solapan en una parte del espectro, de modo que el tejido que no deja pasar la luz también retiene el calor.
El tejido permite salir hasta un 96% de la radiación frente a un 1'5% del algodón.
El equipo de Po-Chun Hsu y Yi Cui presenta esta semana en la revista Science un nuevo tipo de tejido que puede cambiar la industria textil y generar las primeras prendas "refrescantes" del mercado, capaces de mantener la temperatura hasta 4°C menos que un tejido convencional. Los autores del estudio presentan un tipo de polietileno nanoporoso que deja escapar la radiación térmica, el aire y el vapor de agua y que es opaco a la luz visible.
El secreto está en la composición del tejido, que contiene una interconexión de poros de entre 50 y 1.000 nanómetros de diámetro, lo que abarca el rango de la luz visible y que permite también a las ondas infrarrojas salir al exterior. Al compararlo con otros tejidos, el equipo comprobó que el poliestileno nanoporoso permite salir hasta un 96% de la radiación infrarroja frente a un 1'5% del algodón. En experimentos con un sistema que imita a la piel humana, los investigadores también vieron que el nuevo tejido solo calienta la piel 0.8°C frente a los 3'5°C que aporta el algodón o los 2'9°C de los poliestilenos disponibles en el mercado.
"Del cuarenta al sesenta por ciento del calor corporal es disipado como radiación infrarroja", explica Shanhui Fan, especialista en fotónica. "Pero hasta ahora ha habido muy poco o nada de investigación en el diseño de tejidos para la radiación térmica". Como explica la investigadora del MIT Svetlana Boriskina en un artículo complementario en Science, este tipo de soluciones se encuentran también en la naturaleza, como sucede con las hormigas plateadas del Sáhara, cuyos pelos reflejan la luz y son transparentes al mismo tiempo a la radiación térmica, lo que les permite refrigerarse.
La hormiga plateada del Sáhara utiliza una estrategia parecida
Uno de los aspectos más interesantes de esta nueva tecnología es la posibilidad de ahorrar costes de energía relacionados con el mantenimiento de la temperatura corporal, como el aire acondicionado de los edificios, y se podría diseñar para diseñar tiendas de campañas, edificios o vehículos. "Si puedes enfriar a una persona en lugar del edificio donde trabajas o vives, eso ahorrará energía", asegura Yi Cui, profesor de materiales de la Universidad de Stanford, donde se ha desarrollado buena parte de la investigación. Dependiendo del clima, los especialistas creen que la utilización de prensas que expulsan el calor podría ahorrar hasta un 45% de los costes energéticos del aire acondicionado.
Referencias: Radiative human body cooling by nanoporous polyethylene textile (Science) | Nanoporous fabrics could keep you cool (Science)