La sonda japonesa Akatsuki lleva poco más de un año fotografiando y tomando datos de la atmósfera de Venus y acaba de arrojar la primera sorpresa. De acuerdo con un trabajo publicado este lunes por el equipo de Makoto Taguchi en Nature Geoscience, hay una enorme estructura estacionaria en la atmósfera venusiana para la que aún no tienen una explicación.
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Se trata de una enorme estructura con forma de arco que se extiende a lo largo de unos 10.000 kilómetros en la zona alta de la atmósfera de Venus. Después de entrar en la órbita del planeta a finales de 2015, la sonda japonesa observó esta ola gigante durante varios días y los científicos se dieron cuenta de que esta región brillante no se movía respecto al fondo acelerado por los vientos y las zonas montañosas de la superficie.
Los autores creen que es una onda de gravedad generada en capas inferiores tras fluir sobre la topografía montañosa
El descubrimiento tiene especial interés porque es difícil de compatibilizar la existencia de una estructura que permanece estática con una de las atmósferas más movedizas e inestables del Sistema Solar. Las nubes de la parte alta se mueven a más de 100 metros por segundo, mucho más rápido que la rotación del planeta, tan lenta que un día venusiano es más largo que lo que tarda el planeta en dar la vuelta al sol.
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Los autores sugieren que esta zona brillante de la atmósfera, que está a mayor temperatura que su entorno, es el resultado de una onda de gravedad generada en capas inferiores tras fluir sobre la topografía montañosa - un fenómeno similar a lo que pasa con las montañas de la Tierra. Lo que no queda claro es cómo pueden las regiones inferiores producir este efecto a tan gran altura, para lo que habrá que obtener y analizar más datos. En cualquier caso, el descubrimiento pione de manifiesto que la atmósfera de Venus es más compleja de lo que se pensaba hasta ahora.
Referencia: Large stationary gravity wave in the atmosphere of Venus (Nature Geoscience) DOI 10.1038/ngeo2873