Muchas de las cuentas que participaron activamente en Twitter para condicionar el resultado de las elecciones de Estados Unidos en las que resultó ganador Donald Trump se dedican también a difundir mensajes antivacunas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad George Washington. El trabajo, que se publica este jueves en el American Journal of Public Health, se ha basado en el análisis de miles de tuits publicados en la famosa red social entre julio de 2014 y septiembre de 2017 y señala que “muchas de las cuentas, que ahora se sabe que pertenecen a trolls rusos que interfirieron en las elecciones estadounidenses, además de bots que difunden marketing y malware, tuitearon sobre vacunas y alteraron las comunicaciones sobre salud en la red”.
“Una buena parte del debate online sobre las vacunas puede estar siendo generado por actores maliciosos”
“La inmensa mayoría de los estadounidenses cree que las vacunas son seguras y efectivas, pero si uno mira en Twitter tiene la impresión de que hay mucho debate”, asegura David Broniatowski, coautor del estudio. “Y resulta que muchos de los tuits antivacunas proceden de cuentas cuyo origen no está claro”. “Pueden ser bots, usuarios humanos o cuentas hackeadas”, añade. “Aunque es imposible saber exactamente cuántos tuits fueron generados por bots o trolls, pero nuestros resultados sugiere que una buena parte del debate online sobre las vacunas puede estar siendo generado por actores maliciosos con una serie de objetivos ocultos”.
Estas conclusiones se basan, por ejemplo, en que estos “contaminadores de contenidos” compartieron un 75 por ciento más de mensajes antivacunas que el usuario medio de Twitter, según su análisis. “Los contaminadores de contenidos parecen usar los mensajes antivacunas como cebo para que sus seguidores pinchen en anuncios o webs maliciosas”, explica Sandra Crouse Quinn, miembro del equipo investigador. “Irónicamente, el contenido que promueve la exposición a los virus biológicos puede facilitar también la exposición a los virus informáticos”.
“Están erosionando la confianza pública en la vacunación, exponiendo a todos a un mayor riesgo de enfermedades infecciosas”
Los autores del estudio también analizaron más de 250 mensajes difundidos por la conocida IRA, la agencia respaldada por el gobierno ruso que investiga la justicia estadounidense por su injerencia en las elecciones presidenciales, y han comprobado que usaron mensajes ambivalentes, asociando siempre la vacunación con asuntos como las desigualdades raciales y sociales. “Estos trolls parecen estar usando las vacunas como una cuña para promover la discordia en la sociedad norteamericana”, apunta Mark Dredze, investigador de la Universidad Johns Hopkins partícipe en el estudio. “Jugando a las dos barajas están erosionando la confianza pública en la vacunación, exponiendo a todos a un mayor riesgo de enfermedades infecciosas. Los virus no respetan las fronteras entre países
Referencia: Weaponized Health Communication: Twitter Bots and Russian Trolls Amplify the Vaccine Debate (American Journal of Public Health)