Cuando Charles Darwin describió la selección natural se dio cuenta de que en aquella lucha de las especies por “sobrevivir para reproducirse” había algunos detalles que no cuadraban. Muchos animales mostraban caracteres estrambóticos y llamativos que no parecían demasiado útiles para sobrevivir, como los llamativos penachos o colores del pavo real. De este modo definió un nuevo tipo de proceso, que denominó selección sexual, por el que ciertos caracteres se transmitían de una generación a otra por la ventaja reproductiva que suponían para su portador.
Han analizado los colores de alrededor de 6.000 especies de aves cantoras
Hoy en día cuando pensamos en selección sexual se nos vienen a la cabeza sobre todo los rasgos de determinadas especies de ave, en las que el proceso ha terminado decorando a los machos con llamativos colores y plumas mientras que las hembras aparecen con tonos apagados. Pero, ¿se cumple esta regla a rajatabla en la mayoría de las especies? El equipo de James Dale, de la Universidad de Massey, en Nueva Zelanda, ha querido ir más allá y ha cuantificado las coloraciones de machos y hembras en alrededor de 6.000 especies de aves cantoras y ha analizado los datos con análisis estadístico.
El resultado de su análisis, publicado este miércoles por la revista Nature, arroja datos interesantes y algunas sorpresas. El primero es que, pese a lo que solemos pensar, muchas hembras de estas especies tienen colores tan vistosos como los de los machos. Los datos indican que este proceso de coloración de las hembras se produce en especies en las que las propias hembras compiten por aparearse con los machos y cuando se producen otras circunstancias como la monogamia. "En muchas especies en las que la selección sexual es fuerte los machos tienen muchas parejas y no contribuyen al cuidado de las crías", explica Dale a Next. "Pero nosotros hemos descubierto que las hembras son más coloridas en las especies en las que machos y hembras se emparejan de forma monógama y en la que ambos sexos contribuyen al cuidado parental. En resumen, que las hembras varían más morfológicamente entre ellas en función de si la especie es monógama o hay poliginia".
Otra de las sorpresas del análisis es que la 'decoloración' de las hembras en algunas especies es un efecto aún más directo de la selección sexual, "lo que desafía la visión largamente sostenida de que la selección sexual afecta más a los rasgos del macho que los de la hembra", escriben los autores. Entre los hallazgos, los investigadores han visto también que las aves de mayor tamaño tienen un mayor colorido en ambos sexos y que las especies tropicales tienen más variedad cromática, en general, que las aves de clima templado.
Referencia: The effects of life history and sexual selection on male and female plumage coloration (Nature) DOI 10.1038/nature15509