Un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois de Chicago (EE.UU) ha desarrollado una técnica que permite llevar a cabo la impresión de tejidos biológicos en 3D utilizando células madre, lo que puede suponer un gran avance en el contexto de la ingeniería de tejidos, la medicina regenerativa, el cribado de fármacos o el estudio de la biología del desarrollo.
Durante muchos años se han diseña tejidos y órganos en varios laboratorios, sin embargo, la mayoría de ellos utilizaba un enfoque en el que las células se sitúan sobre estructuras de apoyo biodegradables que proporcionan la arquitectura del órgano o tejido deseado. El problema de esta técnica radica en que estos andamios pueden degradarse y desaparecer, o incluso interferir en el desarrollo de conexiones entre células, lo que es "fundamental" para la formación de tejidos funcionales.
El estudio, publicado en 'Materials Horizons', ha desarrollado una técnica basada en unas perlas de hidrogel que permiten la impresión en 3D de celdas sin un soporte de andamios clásico. Así, las cuentas de gel apoyan las células a medida que se imprimen y las mantiene en su lugar conservando su forma.
Células expuestas a luz ultravioleta
Posteriormente, las células que han sido impresas se exponen a luz ultravioleta, lo que enlaza la cuentas entre sí y las congela en su lugar para evitar que se pierda la forma. Estas perlas, pueden eliminarse a través de la agitación suave. Para realizar este proyecto el equipo ha utilizado células madre, ya que son aquellas que pueden diferenciarse de otros tipos de células.
En este sentido, el equipo ha probado dicha herramienta en la impresión en 3D de una oreja y un fémur del tamaño de un roedor. En este punto, observaron que las células impresas fueron capaces de formar conexiones celulares estables mediante proteínas especializadas.
Así, el director del equipo, Eben Alsberg, ha concluido que este estudio ha puesto de relieve que "los agregados celulares se pueden organizar y ensamblar utilizando esta estrategia para formar tejidos funcionales más grandes, que pueden ser valiosos para la ingeniería de tejidos o la medicina regenerativa, el cribado de fármacos y como modelos para estudiar la biología del desarrollo".