Alan Eustace, vicepresidente de la todopoderosa Google, batió ayer el récord de Félix Baumgartner de salto a mayor altura y más tiempo de caída libre. "Fue increíble. maravilloso. Podías ver la oscuridad del espacio y las capas de la atmósfera, que nunca había visto antes", explicó al New York Times tras lograr batir el récord. Eustace rechazó patrocinios como el de Red Bull para encarar el reto con tranquilidad, sin la atención de los medios y sin publicitarlo. Al revés que Baumgartner, cuyo salto generó un espectacular ruido mediático promovido por la máquina publicitaria de Red Bull.
Eustace subió hasta 41.419 metros, récord de altura, y su caída libre fue de 40.233 metros, ditancia que tardó en recorrer 15 minutos, lo cual también supuso un récord. Rompió la velocidad del sonido y alcanzó una velocidad de descenso de 1.322 kilómetros por hora.
El lugar elegido fue una zona abandonada del aeropuerto de Roswell, esa localidad en Nuevo Mexico conocida por sus incidentes con OVNIS y el área 51. Eustace se ató a un gigantesco globo relleno con casi 1 millón de litros de helio y ascendió por unas dos horas abrazado a un módulo hasta alcanzar la estratosfera. Superados los 40 quilómetros de altura, él mismo se desató del globo con la ayuda de un pequeño artefacto. Su comunicación con tierra fue a través de un sencillo sistema de radio y unas modestas GoPro captaron las imágenes de vídeo. Aterrizó a 112 kilómetros del punto de salida, culminando un trabajo de tres años de máxima discreción.