Colorín colorado el milagro no se ha obrado. La victoria del Inter de Milán ante el Viktoria Plzen elimina al FC Barcelona de la Champions League sin jugar su partido contra el Bayern de Múnich, y manda al equipo culé a jugar por segundo año consecutivo la Europa League.
Todas las miradas de los aficionados blaugranas estaban puestas en este encuentro. Todo lo que no fuera una victoria de los italianos le valía al equipo catalán para mantener con vida sus pocas posibilidades de seguir en la competición, pero no ha podido ser.
Los goles de Mkhitaryan, Dzeko y Lukaku frenan el periplo de la 'xavineta' en esta edición de la Champions League que, tras varias palancas y más de 200 millones de euros invertidos en fichajes, ve como su equipo se convierte en lo que Mourinho llamaría "un tiburón fracasado" y tendrá que jugar lo que antes se conocía como la antigua Copa de la UEFA.
Un nuevo fracaso para los blaugranas que tenían muchas esperanzas puestas en esta edición de la Champions. Unas esperanzas que eran deportivas, por aquello de volver a la senda europea victoriosa que la temporada pasada se perdió, y también económica, ya que se creó un proyecto a base de esfuerzos económicos que se verían en cierta parte recuperados si el equipo se iba clasificando para las distintas rondas de la máxima competición europea. Sin ir más lejos, no pasar a octavos va a suponer una pérdida de 20 millones para el FC Barcelona.
Muchas estrellas y pocas victorias
El paso del Barça por esta edición de la champions se podía traducir en mucha pena y poca gloria. El conjunto culé no tuvo la mayor de las suertes en su grupo, ya que le tocó contra el siempre peligroso Bayern de Múnich, un Inter de Milán que venía siéndo el peor de los últimos años y un flojo Viktoria Plzen. Se esperaba que la segunda plaza del grupo se decidiera entre los italianos y los catalanes, e incluso todo el mundo daba como segundo favorito del grupo a los de Xavi Hernández.
La Chamipons empezó de la mejor manera posible para los catalanes. Un amplio 5-1 a favor del Barça ante el Viktoria Plzin auguraba una buena 'performance' de la 'Xavineta'. No obstante, tras esta victoria vinieron las curvas.
La segunda jornada fue contra el Bayern de Múnich. Los cules llegaban a Alemania con ganas de revancha por el 8-2 que les endosó el equipo bávaro la última vez que se vieron las caras en esta competición, pero no pudo ser posible. Dos zarpazos del Bayern, que fueron tildados por Xavi como "mala suerte", privaron a los blaugranas de su venganza.
Pero aún había vida. El FC Barcelona se enfrentaba al otro coco del grupo, al que era previsiblemente su rival por la segunda plaza. Un mal partido del Barça y una mala actuación arbitral hizo que el Inter ganara y pusiera a los catalanes contra las cuerdas. No obstante habría una penúltima posibilidad y encima en casa, en el Camp Nou.
El conjunto italiano llegaba al feudo catalán para apear toda posibilidad de que los locales les privara de su pase a octavos, y así fue. Un partido muy disputado, un 'toma y daca' en toda regla que acabó con empate desquitó cualquier posibilidad real de que el Barça jugara los octavos de esta Champions.
Pero la esperanza no se agotaba. Este miércoles aún había una gota de posibilidad. El Inter debía ganar y los catalanes tenían que vencer al Bayern, aunque la segunda cábala ya no hará falta, ya que la victoria de los italianos apea al conjunto de Xavi Hernández de la Champions League.
No corren buenos tiempos en Camp Barça.