Este martes en Lisboa se juegan dos partidos. Uno, en el estadio Da Luz donde Atlético de Madrid y Benfica disputarán el liderato del Grupo C para la clasificación a octavos de final de la Champions. Y otro, en algún rincón de la capital portuguesa donde se han citado aficionados ultras de ambos equipos con el propósito de saldar deudas pendientes. La cita no es baladí si tenemos en cuenta que hasta la ciudad lusa tendrían previsto desplazarse ultras de otros clubes europeos con los que se mantienen lazos y una buena relación con un sólo objetivo: pelearse.
Hasta la capital lusa tendrían previsto desplazarse ultras de otros clubes europeos con los que se mantienen lazos y una buena relación con un sólo objetivo: pelearse
Los graves incidentes provocados por los seguidores del Benfica en las gradas del estadio Vicente Calderón durante el encuentro de ida han sido el detonante. Desde la zona donde estaban ubicados los 3.000 hinchas portugueses se lanzaron hasta cinco bengalas de mástil que cayeron en la zona de la afición colchonera. Un niño de tres años recibió el impacto de una de ellas que lograron pasar los ultras al estadio pese a los cacheos de la Policía y la seguridad privada del Atlético. No sólo cayeron bengalas, sino que el repertorio de los hinchas lusos incluyó lanzamiento de monedas, mientras otros orinaron y escupieron a los seguidores del Atlético ubicados en la parte inferior del fondo norte.
La afrenta provocó la reacción de los ultras del Atlético de Madrid, algunos de ellos del Frente Atlético y otros de diferentes secciones que pronto se inscribieron a un viaje con una sola misión: devolvérsela a los 'enemigos' del Benfica. El desplazamiento a Lisboa no será tan masivo, pero el club ha hecho saber que unos 800 seguidores tienen entrada para animar a los de Simeone en el estadio Da Luz. De esa cantidad, unos 200 viajarían con otro propósito y a ellos se les sumarían ultras hermanados de clubes como Os Belenenses, Millwall... Los ultras del Benfica, por su parte, buscan aliados entre los equipos afines en Portugal ante la que se avecina.
Sin embargo, las fuerzas de Seguridad del país vecino están en alerta desde hace tiempo y preparan un fuerte dispositivo policial para evitar incidentes. Precisamente en Lisboa, en la final de Champions entre Real Madrid y Atlético de 2014, la policía lusa logró desbaratar un enfrentamiento entre seguidores de Ultra Sur y Frente Atlético que había sido pactado previamente.