El mercado de fichajes del verano 2022 ya ha cogido velocidad de crucero, los clubes empiezan a mover sus fichas para tener la mejor plantilla posible de cara a la próxima temporada, pero el que no se mueve, y no porque no quiera, es el FC Barcelona. El equipo culé tiene una precaria situación económica que solventar antes de tantear a jugadores, algo que desde las oficinas blaugranas están tratando de hacer desde finales de la pasada campaña pero parece que las cuentas están peor de lo que parecía. Esta realidad hace que incorporaciones que estaba atadas como las del mediocentro Franck Kessié o defensa Andreas Christensen se encuentren actualmente en 'stand by'.
Actualmente, el club tiene que solventar un agujero de 600 millones que espera solventar con operaciones pendientes de firma en los próximos días. Y para conseguirlo, la administración que preside Joan Laporta consiguió la semana pasada la autorización de los socios para a venta de hasta el 49,9% de la sociedad Barça Licesing & Merchandising (BLM), la encargada de la explotación de las licencias y la mercadotecnia del club; y la cesión de hasta el 25% de sus ingresos audiovisuales de LaLiga por un máximo de 25 años.
Estas operaciónes les daría el 'oxígeno económico' necesario para darle a Xavi Hernández los refuerzos que necesita su plantilla para hacer frente a los objetivos deportivos marcados para la próxima temporada. Además, este ingreso también le permitiría encarar uno de los casos más candentes en 'Camp Barsa': la renoviación de Ousmane Dembélé.
Así está el 'Caso Dembélé'
El futuro del atacante francés a una semana de acabar su contrato con el FC Barcelona es incierto. Xavi Hernández lo quiere a toda costa, para él es uno de los pilares fundamentales de la plantilla, pero el problema es la firme postura del agente del jugador galo, Moussa Sissoko, y el poco dinero que le puede ofrecer el club culé. 'El Mosquito' a partir del 1 de julio estará en paro y el tiempo corre en su contra.
El extremo francés de 25 años desde que fichara en verano de 2017 por el conjunto catalán, procedente del Borussia Dortmund, ha amontonado un total de 698 días de baja por lesión, llegándose a perder cerca de 100 partidos. Un registro que ha devaluado notablemente su precio llegándo a descender un 40% en el último año, ya que, según transfermarkt, el precio actual del jugador es 30 millones, 20 menos que en 2021 y 90 menos que cuando alcanzó su precio más alto que fue en 2019 cuando valía 120. O lo que es lo mismo, vale un 75% menos que en su mejor momento. Esto sumado a las altas pretensiones de su agente que buscaba un club que llenara de oro al jugador y a él mismo con una prima de traspaso bien suculenta hace que su fichaje por cualquier club sea más complicado que nunca.
PSG, Chelsea y Bayern entre los mejores colocados
No obstante, a pesar de la complicada operación que supone el fichaje de Dembélé, novias no le faltan al habilidoso extremo. Equipos como el PSG, Chelsea o Bayern de Múnich estarían interesados en incorporarle a sus filas pero no a cualquier precio y estarían pidiendo al entorno del jugador que se rebajen sus altas pretensiones.
El Chelsea es de los más interesados. Su entrenador Thomas Tuchel ya lo tuvo en el Borussia Dortmund y estaría presionando a la nueva directiva 'blue' para que hagan todo lo posible para acometer la incorporación del jugador que deslumbró en el Rennes con apenas 16 años. El ténico alemán ya habría contactado por el propio futbolísta llegándole a ofrecer la condición de 'intocable' si llega a Stanford Bridge.
Otro pretendiente que tendría Ousmane sería el todopoderoso PSG. La sed de ambición de Nasser Al-Khelaïfi no cesa y le tendría en su agenda de deseos para tapar el hueco que dejó la reciente marcha de Ángel Di María. El club parisíno para satisfacer a Kylian Mbappé, quien lo habría pedido expresamente como compañero de ataque junto a Leo Messi y así tener nuevas armas que le llevan a la conquista de la Champions League.
El que parecería menos interesado sería el Bayern de Múnich. El club bávaro lo tendría en su lista de posibles fichajes pero tienen claro que no harían ninguna locura para hacerse con los servicios del jugador francés y menos con las pocas garantías de continuidad que da 'El Mosquito' y con la reciente incorporación de Sadio Mané a las filas alemanas.
Sea lo que sea, Ousmane Dembélé tiene que dejar de deshojar la margarita y decidirse, pues el inicio de las pretemporadas están a la vuelta de la esquina y los directores deportivos van cerrándo sus plantillas dejándole con menos posibilidades de destino.
