La jornada deportiva de este miércoles ha dejado un susto en la ronda final del Mundial de natación artística que se celebra en Budapest (Hungría). La nadadora mexicoestadounidense Anita Álvarez se desvaneció inconsciente en la piscina en pleno ejercicio de solo libre pero, lo que podía haber terminado en tragedia, se salvó gracias a la intervención de su entrenadora, la española Andrea Fuentes.
La deportista comenzó a desvanecerse en el agua y, ante la paralización del equipo de socorristas, Fuentes no dudó en lanzarse para sacar a Álvarez de la piscina, ayudada por un auxiliar del campeonato. Ahora, según la entrenadora, "los médicos insisten en que todo está bien (...) Los deportistas ponemos el cuerpo al límite, ha descubierto hoy donde está su límite", ha dicho.
Según la propia entrenadora -ganadora de cuatro medallas en Juegos Olímpicos, dos de ellas de plata en Pekín 2008 y otras de plata y bronce en Londres 2012-, no es la primera vez que la nadadora se expone a situaciones límite.
"En otra ocasión también tuve que socorrerla, pero no fue tan grave. Hoy ha estado dos minutos sin respirar", ha señalado en declaraciones a la 'Cadena Cope'. "Cuando una nadadora acaba lo primero que hace es respirar, ella se hundía y nadie reaccionaba, así que me he tirado yo", ha explicado.
La 'coach' ha asegurado, en otra entrevista en la 'Cadena SER' que vio que los socorristas "no se tiraban al agua porque estaban paralizados". "Yo les gritaba desde la otra punta que se metieran al agua ya. He visto cómo se quedaban embobados y me he tirado al agua directa hacia ella", ha dicho para añadir que veía como "se iba hundiendo" y ella "nadaba lo más rápido que podía".
Fuentes admite que es la apnea que ha hecho "más rápido" en su vida, más que cuando se preparaba para los Juegos Olímpicos.
Indignación con el equipo médico del Mundial
También ha querido mostrar su indignación con los servicios médicos de la competición porque, según Fuentes, no sabía si "era su primera vez". "Intentaron ponerle máscaras y ella lo que quería era estar tranquila y no paraba de llorar pidiendo que la dejaran tranquila", ha dicho. "Al final me he tenido que pelear un poco con ellos. Era como si estuvieran histéricos", ha explicado.
"Estoy que no me lo creo. Ha sido apoteósico, Anita no respiraba. La he intentado despertar a bofetadas y abriéndole la mandíbula", ha sentenciado la entrenadora española.
La americana finalizó en séptima posición la prueba con una puntuación de 87.6333, justo por detrás de la española Iris Tió, que concluyó sexta.